Las autoridades islandesas han declarado el estado de emergencia ante la erupción volcánica que ha comenzado al suroeste de Islandia.
Una erupción volcánica ha comenzado en la península de Reykjanes (suroeste de Islandia), la quinta en los últimos meses, informó este miércoles la Oficina Meteorológica de este país nórdico (IMO, en inglés).
El IMO explicó en un comunicado que la erupción ha sido localizada cerca de Sundhnúk, al norte de la localidad de Grindavík, y puede verse en las cámaras web de la zona.
“Los flujos de lava alcanzan los 50 metros de altura y la longitud de la fisura parece ser de un kilómetro y está creciendo”, consta en el escrito.
Las autoridades islandesas han declarado el estado de emergencia y tanto la localidad de Grindavík como la Laguna Azul, el famoso balneario geotermal situado en la zona, fueron evacuados antes del inicio de la erupción, cuando empezó a aumentar la actividad sísmica.
Se trata de la quinta erupción volcánica en la zona desde diciembre y en todas ellas sólo se han registrado daños materiales.
La anterior erupción comenzó en marzo y se prolongó durante ocho semanas.
Islandia experimenta cuarta erupción volcánica desde octubre
Por otra parte, otra erupción volcánica en la península de Reykjanes, en Islandia, se registró el pasado 17 de marzo de este año, siendo la cuarta desde octubre pasado, la cual perdió fuerza, al igual que la actividad sísmica, según la Oficina Meteorológica de este país nórdico (IMO, en inglés).
“La erupción volcánica, que comenzó a las 20.23 del sábado, continúa pero durante la noche su intensidad disminuyó y ahora hay tres aperturas activas en la fisura eruptiva”, de unos tres kilómetros de longitud, señaló la IMO en su boletín.
“La actividad sísmica también disminuyó significativamente durante la noche, con muy pocos terremotos medidos después de las 03.00 hora local, coincidiendo con una disminución del temblor volcánico. Esta evolución es muy similar a la de las tres erupciones anteriores en la hilera del cráter de Sundhnúkur”, añadió.
La IMO explicó que poco después de la medianoche, la lava fluyó por la carretera de la evacuada ciudad de Grindavík hacia la tubería de distribución de agua de la central eléctrica de Svartsengi.