El comediante estadunidense Jim Carrey calificó hoy como fascista corporativo al gobernador de California, Jerry Brown, por aprobar una ley que hace obligatorias las vacunas en el estado.
El gobernador firmó esta semana una ley, aprobada por el Congreso local, que eliminó una disposición de 1961 que permitía a padres de familia no vacunar a sus hijos por creencias religiosas o personales.
La medida hace obligatorio que los niños que acuden a guarderías, jardines de niños y primarias estén inmunizados.
En un mensaje de su cuenta en la red social de Twitter, Carrey calificó al gobernador como “un fascista corporativo que está envenenando a los niños al firmar una ley como ésta”.
El gobernador de California ha dicho sí a envenenar más a nuestros niños con mercurio y aluminio en vacunas obligatorias”, puntualizó Carey, protagonista de cintas como “La Máscara” y “Mentiroso, Mentiroso” y ganador de un Globo de Oro.
Este fascista corporativo debe ser detenido”, indicó Carrey, tras asegurar que el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos “es corrupto, porque no puede resolver un problema al que ellos contribuyeron”.
Carrey, quien vive en Los Ángeles, dijo que no se opone a las vacunas, pero se declaró opuesto a las neurotoxinas.
Consideró que las vacunas deben estar libres de productos químicos y ciertos compuestos como el mercurio y el timerosal.
Señalan que el mercurio que hay en el pescado es peligroso, pero obligar a nuestros niños a que se lo inyecten en el timerosal [un conservante que se utiliza en algunas vacunas] no tiene riesgos. ¿Tiene eso algún sentido?”, preguntó.
El actor se unió a la campaña contra la vacunación cuando fue pareja de la conductora del programa The View, Jenny McCarthy, quien tiene un hijo con autismo, padecimiento del cual culpa a las vacunas.