Su victoría 37-27 frente a los Chargers y el descalabro de los Raiders fue la combinación perfecta para obtener el campeonato
Kansas City aseguró el título de la División Oeste de la Conferencia Americana y el descanso en la primera ronda de playoffs tras imponerse 37-27 frente a los Chargers.
En la última semana de la temporada regular, los Chiefs amarraron la división con la victoria en San Diego y la derrota de Oakland en Denver, una combinación perfecta.
Smith anotó en un acarreo de cinco yardas al inicio del segundo cuarto para empatar el marcador 10-10, luego enviaría un pase de cuatro yardas para touchdown a un abierto Charcandrick West en ese mismo periodo para darle a los Chiefs la ventaja de manera definitiva 17-10.
Esa serie se registró luego de la primera de las dos intercepciones cometidas por Philip Rivers que los Chiefs aprovecharon para apuntarse 10 tantos.
Smith fue interceptado una vez, en un pase desviado que Jahleel Addae devolvió 90 yardas para touchdown al acercar a los Chargers a 20-17 en el tercer cuarto.
Al final del tercer periodo, la diferencia ya era por 17 puntos a favor de Kansas. A pesar de que San Diego intentó acercarse en el último cuarto sólo lograron conseguir una anotación y un gol de campo.
El resultado favoreció por más de diez puntos a los Chiefs al término del partido y eso les sirvió para obtener el título.
Por segundo año consecutivo, los Chargers jugaban quizá su último partido en San Diego. Su presidente, Dean Spanos, tiene hasta el 15 de enero para decidir si traslada al equipo a la zona de Los Angeles y se une a los Rams en un estadio que se prevé abra sus puertas en Inglewood en 2019.
