Simples Deducciones
—Y del aborto, ¿qué piensas?”— “No sé, es un tema complejo, en primera por mis principios y educación, creo que diría que estoy en contra, pero racionalmente sé que las mujeres son dueñas de su cuerpo, que es una decisión individual”. — ¿Entonces? Si un día escribes sobre eso ¿qué opinión darías?”— “Pues creo que depende el contexto, no juzgaría a nadie por su decisión pero entendería más ciertos casos, por ejemplo el embarazo en una violación, que se ponga en riesgo la vida de la mujer o algunas circunstancias que en cierta forma influyeran mucho para que la mujer decidiera abortar”, es lo que respondo a los cuestionamientos de Karla.
Ella tiene una sonrisa que contagia, es inteligente y con una charla muy fluida; a través de un amigo y habiendo leído algunas de mis columnas, me contactó para que escribiera sobre ella. Llevamos más de media hora platicando y pareciera que antes de darme los detalles de su historia me “estaba poniendo a prueba”, varios temas habíamos tocado ya acompañados de un café; se ve que es de carácter fuerte, aventurera y con muchos sueños que va cumpliendo poco a poco en sus ya 27 años de vida.
—“Y si te dijera que yo aborté ¿qué me dirías?”— “No sé, ¿que no lo creo? La verdad no estoy seguro, no me asustaría pero si fuese así sería muy interesante saber los detalles”, le comento a Karla, quien le da un sorbo a su café, toma aire y cambia el semblante de su cara. Le pregunto si está segura de contarme su historia, que a lo mejor no está preparada para hablar del tema, su respuesta en tajante, “es algo que no volvería a hacer en ninguna clase de circunstancia, pero que en su momento lo hice por muchos factores, tenía 24 años, sólo una amiga, y los médicos que me atendieron son los que saben”.
Karla tenía una relación de casi 4 años con su novio, pasaban por una de las peores etapas, conflictos permanentes que se agudizaban porque en esa época vivían en ciudades diferentes; cuando Karla comenzó a tener problemas serios de salud las cosas fueron decayendo aún más, aunque ella se esforzaba por “mantener” a flote su noviazgo parecía que el final estaba cerca.
Y así fue, luego de que él se fue a trabajar a su ciudad de origen, Karla colapsó en salud a raíz de un problema fuerte en su hígado, “él no pudo visitarme ningún día de los tres que estuve internada, pero ya que estaba en mi casa, que otro amigo en común me visitó supe la verdad, a ese amigo yo le reclamaba la conducta de mi novio, que si él sabía algo, y al final simplemente me dijo que mirara un perfil de Facebook, yo no lo podía creer mi novio de ese entonces tenía otra cuenta y ahí tenia fotos y posteos con otra chava, con la que luego me enteré, tenía ya tiempo de relación”.
“Le reclamé mucho a mi amigo pero él me dijo que hizo todo lo posible por no meterse porque era amigo de los dos, la verdad me dio mucha tristeza pero más que nada coraje, porque mi ex novio siempre me reprochaba a mí que a causa de que yo no tenía tiempo por el trabajo, nuestra relación no funcionaba, y por otro lado no hacía mucho que me había dicho que me fuera a vivir con él, que nos juntáramos, imagínate”.
Ella estaba destrozada emocionalmente hablando, le mandó mensajes a su novio de ese entonces, para terminar la relación, para reclamarle sus mentiras; unos cuantos días después, la ruptura se hizo frente a frente, de una manera breve, lo que menos quería era convivir con él, y es que mientras más investigaba más mentiras descubría, fue mucho el tiempo que su ex novio jugó con ella.
Aún con el corazón roto, su recuperación avanzaba, pero el destino le tenía algo preparado, conflictos laborales, de por sí era un salario bajo el que recibía, la situación se había complicado; no obstante ella seguía adelante, esforzándose, fue cuando empezó a sentir mareos, debilidad y vómito que le preocupó. “Estaba desayunando con unas amigas cuando no aguanté y me fui a vomitar, recuerdo que una de ellas me dijo: ¡has de estar embarazada!, Yo sólo le dije que estaba loca y me reí, tenía dos semanas que había terminado con mi ex”. Pero los malestares siguieron, Karla acudió a su médico, quien le confirmó un embarazo.
“No me lo creía, me reí, le dije al doctor que estaba loco, luego lo quería matar, te lo juro estaba como en shock, no entendía cómo era posible, tenía 4 años cuidándome y él mismo me había recomendado el método anticonceptivo”. Una y otra vez el doctor le explicó, que los medicamentos que había tomado para el hígado, afectaron la efectividad del anticonceptivo, que era muy muy poco común, pero que si había casos, y lo peor, que necesitaba hacerse varios estudios, porque dada su condición de salud, el embarazo podría ser riesgoso”.
Fue entonces cuando a Karla se le vino el mundo encima, aunque tenía a sus papás sentía que si les pedía apoyo los defraudaría, en el fondo se sentía muy sola y al final tomó una decisión, no deseaba ser madre en las condiciones en las que se encontraba. “Es algo que todavía llevo conmigo, pero en verdad fueron los momentos más difíciles de mi vida, un amigo que era médico fue el que me apoyó, me insistió mucho que no era necesario, igual una amiga que también estuvo a mi lado en esas fechas, ambos me cuestionaron, pero a la vez, sentía que me comprendían, y es que ellos sabían todo lo yo estaba sufriendo”.
La cuestiono el por qué no le dijo a su ex novio que estaba embarazada, que iba a ser papá, que igual y podrán haber intentado regresar a su relación o simplemente sacar adelante a su hijo entre los dos, y su respuesta es contundente, “¿Tú qué crees que me hubiera dicho? Habíamos salido muy mal, tenía miedo que me dijera que no era suyo, que era un invento mío o cosas peores; además, él ya tenía otra pareja, con la que me había engañado por casi un año. Yo no tenía nada que ofrecerle, vivía con mis papas en ese entonces, el sueldo de mi trabajo era mínimo, no eran las condiciones que quería ofrecerle a un hijo, no me sentía preparada para ser madre, por lo mismo me cuidaba; hoy lo analizo más tranquilamente y no estoy segura si hice mal, no me arrepiento porque hice lo que deseaba en ese momento, hoy te lo repito, si volviera a quedar embarazada aunque me estuviera cuidando y aún sin el apoyo de una pareja, siento que tendría a mi hijo y lo sacaría adelante”.
De su ex pareja no ha vuelto a saber nada, y al parecer tampoco lo desea. La situación de Karla es una de las más controversiales cuando se toca el tema entre amigas, amigos y la propia familia. Muchos no justifican bajo ningún argumento, que el aborto sea la solución a los problemas, otros lo consideran un verdadero crimen y unos más señalan que el cuerpo es de cada quien, por lo que la decisión sólo le compete a la persona.
El aborto rechazado principalmente por la religión católica, es un procedimiento médico en el que en estos tiempos, son muchos los doctores que se niegan a practicarlo, otros más antes de llevarlo a cabo intentan razonar con la mujer y hay quienes sólo se dedican a cumplir su trabajo. Karla aún no define bien sus sentimientos por aquella decisión que mantiene bajo la llave de sus más duros recuerdos y que llega a su mente en algunas ocasiones. Hoy sigue adelante con el firme propósito de no repetir la historia. Mándame tus comentarios, dudas y sugerencias a mi Facebook Juan Félix Chávez Flores, o a mi correoJuanfechavez@gmail.com