La Educación y PLANEA

Véritas Liberabit Vos

Ya lo dijo un gran educador mexicano: “México será lo que sea su Educación”, refiriéndose precisamente, a que uno de los motores que impulsan el desarrollo y el éxito de un país, es indudablemente el proceso educativo.

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La Educación es considerada como aquella cualidad que hace del hombre un ser virtuoso que desarrolla todas sus potencialidades intelectuales, físicas y sociales como un todo, para hacer de él una mejor persona que enfrente la vida de una manera clara, encontrando soluciones y desarrollándose de una manera recta y moral.

No por algo se ha hablado de la Educación desde los tiempos antiguos teniendo a los griegos y en especial a los primeros filósofos como los forjadores de un proceso educativo que ha ido madurando y materializándose hasta nuestros días, así pasamos de aquella Academia de Platón fundada en el año 387 antes de Cristo y que consolidaba toda la enseñanza de las matemáticas y unía a ello materias como medicina, retórica y astronomía, temas por demás importantes y necesarios para los hombres de aquellas épocas que buscaban encontrar el por qué de las cosas y la trascendencia de las mismas.

Desde ahí se fue evolucionando en el desarrollo del conocimiento hasta llegar aproximadamente al siglo XII de nuestra era con lo que conocemos propiamente como el surgimiento de la Universidad, vocablo derivado de las raíces latinas que nos indican “Unidad dentro de la diversidad” o también como lo marca la definición medieval “Conjunto de alumnos y maestros en búsqueda de la verdad”, que es aquel lugar donde se intenta enseñar y aprender en forma independiente, era aquel reducto donde se guardaba y se transmitía el conocimiento, remoto para esos años principalmente de las artes liberales, la gramática, retórica y dialéctica, y por otro lado la aritmética, música, astronomía y geometría, siendo las profesiones de Derecho, Medicina y Teología las primeras en sistematizarse.

Gracias al surgimiento de las Universidades el conocimiento generado de muchos siglos fue cuidado con esmero y resguardado para posteriormente ser puesto en manos ya no solo de los alumnos que asistían a esos importantes y alejados monasterios o institutos del saber, sino de todos aquellos que buscaran llenar esa necesidad innata del hombre por saber, donde inteligencia y voluntad al unísono buscan encontrar la verdad y por ello el bien.

Saco a colación esto, ya que el viernes pasado la Secretaría de Educación Pública y el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) dieron a conocer los resultados del nuevo instrumento de evaluación PLANEA que se aplicó a los alumnos de sexto de primaria y de tercero de secundaria en junio pasado, donde principalmente se buscaba encontrar el logro académico de competencias en matemáticas, lectura y escritura.

Los resultados aunque parciales ya que hubo entidades del país que no pudieron ser evaluadas por las condiciones que en esos momentos privaba ahí con maestros que tratan de dirimir diferencias de una manera equivocada fuera de todo contexto de diálogo o conciliación, nos muestran una situación que nos debe de llevar de la mano con la reflexión, si bien estos resultados no son para congratularnos o para festinarlo, sí son para orientar mejor todos los esfuerzos educativos en cada una de las áreas que nos correspondan, debe ser una oportunidad para redoblar trabajos y generar conciencia en cada uno de los involucrados en el proceso educativo, y con esto me refiero no solo a las Escuelas y Secretarías o Dependencias, sino a padres de familia para que se retome el papel fundamental que tiene en la Educación la familia, sabedores que es ahí donde el niño adquiere los valores fundamentales que necesita para su desarrollo, no por algo es la célula primigenia del progreso de cualquier país.

El análisis de estos datos, nos confirman que es importante seguir trabajando con ahínco en lo que ya ha sido plasmado en la Reforma Educativa actual que se sustenta en las cuatro prioridades básicas que son; mejorar los aprendizajes en lectura, escritura y matemáticas, evitar la deserción escolar, mantener la normalidad mínima y fomentar la convivencia, todo esto con una guía firme y bien definida de los Consejos Escolares, con la participación activa de los padres de familia, pero sobre todo con la entrega del docente que sabrá sacar de cada alumno todas sus potencialidades y destrezas por medio de ese ideal griego del “eros pedagógico” que significaba la entrega a esa labor tan noble que es la Educación.

Tenemos confianza que poco a poco con trabajo constante y dedicado de cada una de las partes se lograrán mejores resultados, el reto está puesto.

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