La estación se construye a mediados de la década del veinte en el siglo pasado. Se sabe de la estancia en Tepic de equipos de ingenieros neoyorquinos y europeos, que llevaron a cabo el proyecto de terminar la ruta del tren desde Mazatlán a Guadalajara. El tramo de más conflicto en el noroeste del país era de Tepic, Nayarit a Tequila, Jalisco.
Se construyeron estaciones, vías, túneles y cruces de carretera. Debe haber sido heroico trabajar en el Plan de Barrancas. Finalmente, por allá de 1928 se logró concluir este viaje de ferrocarril de Tepic a Guadalajara.
El tren se convirtió, por muchos años, en el principal medio de transporte, incluso para rutas locales. Creaba muchas fuentes de empleo. Ser ferrocarrilero era una profesión estable, duradera, divertida y bien remunerada. Muchas familias nacen como uniones de ferrocarrileros. Desafortunadamente, el tren dejó de ser útil por varias circunstancias, y la estación luce abandonada, triste, y no deben tardar en usar ese terreno de otra forma, para distinta actividad.
Una foto de 1954 trae recuerdos y sentimientos
Por lo pronto, y mientras la estación perece lentamente, la gente recuerda muy bien la actividad en torno a este barrio. Se publicó, en Facebook, una fotografía del tren en 1954, del archivo Rivera, que provocó en las redes sociales, una cadena de comentarios que quiero compartirlos aquí por escrito.
No solo es que los recuerdos provengan de los años de esa foto de 1954 sino que hay quienes recuerdan todavía lo que se vivió hasta 1980, año en que puede decirse, empezó el declive del tren como un medio de transporte barato y cómodo.
Voy a nombrar a las personas con su respectivo comentario:
Marco Antonio Basulto Castañeda Uno de mis paseos dominicales de niño era ir a ver llegar el tren La Bala, comer enchiladas o “tacos paseados”, (tacos de canasta) que vendían ahí y ver partir el tren y tomar el urbano fresnos estación e ir de regreso a casa …. Ese era uno de mis paseos junto con mis muy amados padres.
Armando Gómez: No se les olvide la birria de Don Macario. (Birria caliente y gorda)
Luz Grace Esparza: Eran enchiladas y encima les ponían el pollo dorado, riquísimo, mi barrio, la Estación del Ferrocarril. (Pollo a la Plaza)
Andrés Luna: Mi querida escuela primaria Jesús García, frente al campo de futbol, no había bardas, se sentaba uno en el machuelo a ver los partidos del equipo Rieleros.
Benjamín Vibanco Johnson: Esa estación para tomar el tren a Ruiz y a COMPOSTELA, que era el medio apropiado por no haber aún carreteras. En la esquina hubo un restaurant del Conejito Don ARNULFO Blanco donde comíamos unos tamales riquísimos, después este señor se dedicó a hacer los churros más sabrosos que he probado; hoy sus hijas tienen un puesto en el mercado Amado Nervo o Abasolo, donde entre muchas exquisiteces ofrecen un delicioso tejuino como pocos.
Para ir a la estación se tomaba el camión, uno de los primeros urbanos que trajo el Ing. Parkinson de Roma, ovoide, donde el ayudante gritaba, ¡CENTRO, ALAMEDA, LOMA, ESTACIÓN!, que era el recorrido de la única ruta que hacían. Nada más el recuerdo queda, jajaja.
Félix Zamudio: AQUÍ CHAMBEÓ MI ABUELO, MI PAPÁ, MIS TÍOS Y YO NO ALCANCÉ AL FCP, FERROCARRILES DEL PACÍFICO, QUÉ BONITAS ESPERIENCIAS, CRUZAR POR LA SIERRA CONOCIENDO TANTA FLORA Y FAUNA, WOW. VIEJOS Y BELLOS MOMENTOS.
Francisco Javier Romero González: De niños mi padre nos llevó a ver y conocer el tren, nos metimos en el vapor cuando pasó y salimos chamuscados…
Enrique Martínez A: Tengo 30 años de vivir en ese barrio y todavía llevo bellos recuerdos, entre ellos el Pollo a la Plaza que vendía en puesto callejero mi vecina “Doña Basi”.
Arturo Ruvalcaba Valenzuela: CON ESTA FOTO RECUERDO A MI TÍO ROBERTO MORA QUE FUE FERROCARRILERO DURANTE MAS DE 40 AÑOS.CUANDO ERA NIÑO ME LLEVÓ ALGUNAS VECES A LA ESTACIÓN Y TUVE LA OPORTUNIDAD DE CONOCER Y PASEAR EN UNA DE LAS MÁQUINAS ANTIGUAS.
Guillermo Rivera: Mi abuelo paterno fue maquinista, qué hermosos recuerdos y yo recorrí las vías a bordo de estos trenes en la guardia militar del noveno batallón de infantería 1975-76
José De Jesús Valdivia Flores: Y es triste pasar ahora por el ferrocarril, abandonado y solo, de niño me gustaba ir a comprar elotes, tacos de canasta y mil cosas ricas.
Héctor Valleján: Definitivamente fue un crimen el desaparecer los trenes de pasajeros. Ya que era una lindura viajar en ellos. El folklor de sus estaciones, el movimiento de carga y de pasajeros era algo sensacional. Por ejemplo ir del D. F. a Ciudad Juárez o a Laredo, tomabas tu águila azteca o te ibas de México a Puebla. De México a Guadalajara de Guadalajara Tepic, y de Tepic a Mexicali o a Nogales en tu carro pullman, con aquel servicio de comedor y de bar incomparables. Qué gacho Salinas de Gortari cuando decretó el cese del servicio ferroviario.
Las delicias de las vendimias en torno a la estación
Don Héctor Valleján nos sigue narrando: Con la desaparición de los trenes de pasajeros, desaparecen los sabrosos guisados, fritangas y productos regionales que se vendían en las estaciones al parar el tren: Cocuistles, guámaras, gualacamote, chilchayote, tuba, anonas, guayparines, juaquiniquiles, Iztete, aguamiel, vaselina. voricada y polvos calome para lo rosado y los chinchulines. Pero lo mejor de lo mejor era el famoso pollo a la plaza que lo cocinaba la señora que tenía el restaurant donde termina la avenida Juárez y ya casi las vías del ferrocarril, qué delicia. Se murió la señora y se acabó el verdadero pollo a la plaza. Porque éste que venden ahora en ciertos lugares es una copia infame del original.
Leonor Ulloa: Me emociona enormemente ver esta imagen de la antigua estación del ferrocarril. Cómo olvidar a tantas generaciones que le dieron vida a este lugar. Donde luce el anuncio de la coca cola era el antiguo restaurant de la estación. Anteriormente las personas por costumbre los domingos era ir en familia a cenar. Recuerdo también cómo pasaban tantísimos estudiantes que venían de Guadalajara para vacacionar en Sinaloa.
Armida Quintero de Hernández: Recuerdo viajes en el tren México –Guadalajara, un lujo las alcobas y comedor. Mis hijos también disfrutaron esos viajes. No recuerdo si Calderón o Peña Nieto prometieron reinstalar los servicios ferroviarios y NADA !!.