Véritas Liberabit Vos
Bajo este tenor de ataque podemos entender como en menos de seis semanas la Alemania nazi pudo lograr aquello que durante los cuatro años que duró la Primera Guerra Mundial no fue posible llevar a cabo; la ocupación de la Francia y su capital la Ciudad Luz París, si, a los ojos atónitos del mundo una desorbitada avalancha de fuego, destrucción y muerte se dejaba sentir en Polonia, Austria, Bélgica, los Países Bajos y ahora sobre la poderosa y otrora flagrante y orgullosa potencia de Francia.
Acostumbrado a la estrategia utilizada durante la Primera Guerra Mundial los franceses confiaban en sus trincheras, en la línea Maginot y en todos los obstáculos físicos como era el río Mosa, nunca esperaron que las tropas de la Wehrmacht (ejército alemán) desarrollaran un bombardeo y ataque tan abrumador y feroz sobre las posiciones enemigas dejando prácticamente sin defensa a esa zona de combate, ese día 13 de mayo donde desde temprano y a sorpresa de las tropas francesas inicio el hostigamiento alemán en todo el frente de batalla para luego al mediodía inició un bombardeo intenso por parte de la Luftwaffe y de bombarderos en picado en oleadas sucesivas cada una de las cuales incluía cerca de cuarenta bombarderos y cazas que ametrallaban y asolaban todo el camino, este ataque duro casi hasta las seis de la tarde donde se procedió a sellar la retaguardia atacando a todas las posibles reservas que podían llegar a reforzar la defensa.
Las crónicas referentes a ese 13 de mayo son devastadoras, era como si desde el cielo el infierno llegara, erosionando la voluntad y capacidad de resistencia de los combatientes, prácticamente sordos, sin aliento y brutalmente desorientados por tanta explosión y destrucción, las tropas galas prácticamente estaban a merced del enemigo, sin saber que hacer entre tanta desolación y castigo, se dice que las bombas de los Stuka abrían cráteres de catorce metros de anchura por casi siete metros de profundidad.
Ante tal cuadro dantesco y magnitud de este nuevo tipo de ataque la resistencia tanto material, anímica y humana quedó prácticamente destrozada lo que provocó como ya hemos dicho que en un tiempo por demás impensable la Alemania de Hitler hubiera conquistado la gran nación francesa colocando en una situación de franco realismo y temor a toda la Europa Occidental que veía como el Sigfrido alemán avanzaba en menos de un año con paso arrollador sobre el centro de ese Continente esparciendo la actitud de dominio imperante que hacía que países como Inglaterra aliado de Francia y Checoslovaquia pusiera a trabajar a tope su capacidad política, estratégica, bélica y nacional para determinar algo ante el inminente ataque del frente alemán, realmente entre mayo y junio de aquel 1940 la situación en Europa tenía prácticamente la forma de una esvástica que se cernía rápidamente cubriendo con sus colores gran parte de ese territorio.
El dominio de Francia hacía cumplir uno de los sueños acariciados de Hitler no solo la reivindicación de lo acontecido durante la Primera Guerra Mundial donde los alemanes habían sido derrotados y llevados a la capitulación, ahora se encontraba en las antípodas del poder, hizo valer su fuerza y gobierno, hace buscar el mismo vagón de ferrocarril donde se firmó el armisticio alemán 22 años atrás, lo hace colocar en el mismo lugar de Compiegnes para que se firme el armisticio francés, solo que los vencidos ocuparan el lugar que en aquel momento ocuparon los alemanes y viceversa, ahí estarían el gloriado Mariscal francés de la Primera Guerra Mundial Petain, frente a Hitler, Keitel y Goering.
Con la capitulación Francia queda dividida en dos, una dominada totalmente por Alemania y la otra en el sur con un gobierno más bien afín a los alemanes encabezado por Petain y con capital en Vichy, es histórico el desfile de los alemanes (22 de junio de 1940) en la Ciudad Luz entrando a París bajo los acordes de una marcha militar argentina de San Lorenzo, fue un momento de total humillación para la augusta Francia que veía como por todos los Campos Elíseos y el Arco del Triunfo pasaban victoriosas las tropas del III Reich y se ondeaban las banderas y los pendones con la esvástica en su centro; marcan las crónicas que no obstante la demostración de poderío con este colosal desfile, el Fuhrer ordenó que las tropas pasaran por un costado del Arco del Triunfo y no por el centro, dando así un reconocimiento en memoria del valor de los soldados caídos en batalla y por la memoria de Napoleón, al cual visito en su tumba de los Inválidos el día 28 de junio de ese año en que como turista estuvo por tres horas en una ciudad que siempre admiró por su belleza y que en su mente estaba transformar Berlín en una capital cultural y arquitectónica como lo era París, ahí además estuvo en el edificio de la Ópera, La Madelein, la torre Eiffel, El Arco del Triunfo, El Panteón y Montmartre.
Este sueño de 1940 a cuatro años y dos meses se desvaneció el decurso de la guerra tomo otros derroteros, la Guerra Relámpago o Blitzkrieg no fue lo mismo en otras batallas, como en el enfrentamiento con los soviéticos donde quedó demostrado que ahí eran otros conceptos de lucha y resistencia, sin embargo esta estrategia de ataque utilizada en 1940 vino a cambiar muchos de los conceptos de Guerra que hasta esa fecha se tenían.