La herencia de Aylan Kurdi

Véritas Liberabit Vos

La fotografía del niño de tres años de edad Aylan Kurdi tomada el pasado día 2 de septiembre por la reportera turca Nilufer Dmir ha hecho evidente la gran problemática que se cierne sobre el país de Siria dentro de su guerra civil que ha generado aproximadamente 14 mil niños que así como Aylan han muerto en esta conflagración fratricida, unida a  una gran cantidad de desplazados que buscan un refugio en países europeos, de más de 2 mil 500 migrantes que han perdido la vida en el Mar Mediterráneo al intentar escapar de las bombas y atentados que llenan de horror a esta porción del mundo, situación que en este momento ha puesto en jaque a la Unión Europea al no tomar una decisión pronta sobre este tema de la inmigración.

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Esta foto tomada por la reportera de la agencia turca DHA ha tocado las fibras más íntimas y ha hecho al mundo llorar la muerte de un ser indefenso y mover las voluntades y la atención sobre este suceso que ocurre en pleno desarrollo de un mundo globalizante del Siglo XXI donde nos es difícil creer que semejantes imágenes se puedan presentar ante nuestros ojos.

Esta foto se unirá por la trascendencia de su impacto a otras fotos famosas que han marcado época y en algunos casos han provocado un cambio en el devenir de la historia, como lo fue la fotografía de la niña Kim Phuc quien aparece con su cuerpo desnudo y quemado huyendo de un bombardeo de Napalm con una expresión de espanto en su rosto, esta niña fue rescatada por el propio fotógrafo Huynh Cong Ut se recuperó de las heridas, estudió medicina y actualmente es embajadora de buena voluntad de la UNESCO y fundadora de una organización humanitaria que ayuda a víctimas de la guerra, su foto tomada en 1972 advirtió al mundo sobre los horrores de la Guerra de Vietnam y el uso de armas químicas sobre la población inocente.

Otra foto de un infante es El niño y el buitre una escalofriante fotografía ganadora del Premio Pulitzer en 1994 donde un niño sudanés llamado Kong Nyongo perteneciente a un campamento de refugiados, en un estado físico prácticamente famélico yacía tambaleante intentando realizar sus necesidades fisiológicas y muy cerca de él, un buitre de carroña acechaba al niño africano en una pose de ataque casi inminente. Esta fotografía llenó de indignación a un mundo Neoliberal muy ajeno a la hambruna y soledad en que vivían ciertos países africanos, el autor de esta foto Kevin Carter explico que ese niño sobrevivió hasta convertirse en adulto falleciendo en el año de 2008 a causa de una fiebre extrema.

La invasión soviética a Afganistán en 1984 produjo otra fotografía por demás expresiva el rostro de Sharbat Gula una refugiada afgana de punzantes ojos verdes fue tomada por Steve McCurry en un campo de refugiados de Pakistán, la publicación de esta imagen en National Geographic hizo al mundo reflexionar en la dureza de una invasión por demás arbitraria de una nación poderosa sobre un endeble país abatido por una fuerza superior, la identidad y el destino de esta niña fueron desconocidos durante varios años hasta que 18 años después con motivo de otra guerra ahora la de los Estados Unidos contra los Talibanes el propio Mc Curry volvió a encontrar a esta niña de ojos enigmáticos convertida en una mujer adulta.

Unida a ella está la fotografía captada por Frank Fournier  con el rostro de Omayra Sánchez que yacía con tres cuartas partes de su cuerpo atrapado entre agua y lodo producto de la erupción volcánica del Nevado del Ruiz que asoló a Colombia en 1984, ahí ante la mayor displicencia e indiferencia de un gobierno que reflejó su crueldad e indiferencia ante el dolor vivido, la niña solo pudo sobrevivir tres días, falleciendo por la gangrena gaseosa.

Ahora la fotografía de Aylan Kurdi es en este Siglo XXI simboliza el abandono del mundo hacia una gran cantidad de humanos que desesperados, igual que el padre de Aylan quién consideró como opción ante el dolor de la guerra buscar una opción de escape por el mar en una balsa ligera solo con la fe de poder llegar a un lugar que pusiera a salvo a su familia donde se pudiera vivir libremente.

Siria necesita ayuda, es el grito que se deriva de esta dolorosa foto, no podemos permanecer impávidos ante ello, por eso a los pocos días de publicada el líder de la Comisión Europea Jean Claude Juncker ha pedido a los miembros del grupo que recuerden su propia historia y colaboren con repartirse un total de 160 mil desplazados de las actuales guerras.

Esperemos que países como Alemania, Francia, Inglaterra, España puedan poner el ejemplo y liderar a un mundo que necesita de imágenes dolorosas como la de ese niño en la playa, para poder mover voluntades y realizar un acto por más humano y dar así cobijo y un rincón de su tierra a estas familias que viven en carne propia la bajeza a la que puede llegar el hombre cuando la soberbia de una guerra injusta obnubila la razón.

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