La verdad… sea dicha
Qué tal, amigo lector, hoy es jueves 6 de octubre día de San Bruno. Se nos va la semana como agua entre las manos, pues mañana es viernes social, día en que todo mundo está pensando en la diversión; luego llegará, como graciosamente se comenta, el sábado sexual, y ahí sí como dice mi primo Eustaquio, todo con exceso nada con medida. Bueno, cada quien sus movidas como diría el gran cómico “Clavillazo” una figura del cine nacional de antaño. La verdad es que la vida hay que vivirla con alegría, de la forma que más nos guste; de nada sirve amargarnos los días, la existencia es tan corta que resulta una verdadera tontería vivir preocupados de todo, o haciendo caso al qué dirán los demás. Nada debe impedirnos ser felices. Oiga, qué le parece si dejamos los chacoteos personales y nos adentramos al comentario de la noticia sobre lo que acontece en la tierra Cora. Déjeme contarle; luego de que el adusto alcalde de Tepic, don Polo Domínguez comentara sobre la retención de las participaciones federales por parte del Gobierno del Estado al Ayuntamiento capitalino, fue el gobernador, don Roberto Sandoval Castañeda, quien le refutó a don Polo su acusación, asegurando que siempre se han entregado en tiempo y forma los recursos económicos que le corresponden a la administración municipal de Tepic. El gobernador comentó que en unos días ante notario público dará a conocer el dineral que se ha entregado al municipio de Tepic, recursos que se estiman en un 60 por ciento más de lo que se le entregaba al Ayuntamiento en el tiempo de Héctor González Curiel, el famoso “Toro” de quien por cierto no se han visto ni sus luces, sabrá Dios por que ruedos se andará paseando el condenado. Ante esta polémica, que algunos juzgan enredo político, por su parte el Secretario de Finanzas del estado, Mario Pacheco, recordó que los recursos federales siempre llegan a destiempo, con dos meses de retraso y de inmediato se entregan a las arcas municipales, de tal modo que, francamente no se trata de hacer panchos. Ya sabremos con los días en que acaba este nuevo clamor de los sufridos funcionarios municipales, quienes a decir verdad, no han hecho otra cosa que estar lamentándose de todo desde el día en que llegaron para gobernar el municipio capitalino, donde por cierto se nota el pésimo trabajo que han hecho, sobre todo con la desatención en los servicios públicos. En otros avatares de la tierra Cora, resulta que en la Universidad Autónoma de Nayarit, ahora que están moviendo el avispero, encontraron que 20 maestros cobraban sueldo sin trabajar, esto sólo en el nivel medio superior, pero falta mucho por esculcar. Por lo pronto, según palabras del Rector Nacho Peña, afortunadamente a la UAN ya no se le están congelando las cuentas, así que por lo menos en lo que concierne a la nómina está asegurado el pago a los trabajadores por los próximos dos meses. Pero volvemos a insistir, ¿para cuándo el Rector dará a conocer nombres sobre los sinvergüenzas que saquearon a la Universidad? Es importante que llamen a cuentas al ex rector y a toda su flotilla de bandidos; me ha llegado el rumor de que muchos universitarios, trabajadores, docentes y estudiantes se están organizando para exigir le sea restituido a la UAN el dinero que le robaron, y se comenta bajo el agua que sólo están dando tiempo para que el rector Nacho Peña resuelva el asunto, o de plano lo deje en manos de los universitarios para buscar una solución y dar castigo a los culpables. No sé que tan cierto sea este rumor, pero cuando el río suena es que algo lleva.
Los problemas económicos de México
Me platicaba mi padre que en su niñez, al lado de mis abuelos y sus otros siete hermanos, llegaron a vivir ciertas etapas realmente precarias por la falta de dinero, motivo por el cual fueron muchas las ocasiones en que al interior de su casa, los disgustos entre sus padres llegaron a tensar seriamente la convivencia familiar. Con el oficio de músico que ejercía mi abuelo difícilmente se podían solventar las necesidades economías de la numerosa ralea; muy a pesar de que todos los días salía a la guipa con la firme intención de ganar una buena cantidad de centavos; algo que no siempre conseguía, pues muchas veces regresaba a casa con su contrabajo y el frio de la madrugada calándole más de lo acostumbrado, cuando tristemente se sabía con las bolsas vacías. Recordaba mi padre que el café y los frijoles eran el menú de diario, aunque llegó a presenciar ocasiones en que ni para eso tenían. Supongo que en la pobreza de aquel entonces mucho tenía que ver el que las familias fueran tan numerosas; no en vano años después surgió aquel anuncio institucional de: “La familia pequeña vive mejor”. Pero también es un hecho que las crisis económicas ha sido en todos los tiempos el coco para la ciudadanía mexicana. En la prestigiada revista Este País, su fundador Federico Reyes Heroles, en la presentación de “La crisis: testimonios y perspectivas” señala que las crisis económicas son parte importantísima en la historia del México estridente de los últimos cincuenta años. Ellas tuvieron consecuencias dramáticas sobre nuestro real proceso de desarrollo, y son explicación de nuestros rezagos económicos. Abunda el sabio y reconocido escritor, que las de 1976, 1982, 1987 y 1994, son las principales crisis que nos han afectado. Y tiene toda la razón, aunque no hay que olvidar que para México y el mundo esta historia de problemas económicos data del año 1929, con aquella Gran Depresión que según expertos en la materia podría ser superada por la crisis que enfrentaremos próximamente.
O todos coludos o todos rabones
Con esto de la preocupante situación económica que pasamos los mexicanos, y el apretón de cinturón que realizará el gobierno federal para el año próximo, bueno será que en todos los rubros de la administración pública se realicen los ajustes económicos de manera equitativa; porque luego resulta que mientras los proyectos y programas que van dirigidos al pueblo son recortados sin miramiento alguno, las secretarías de más poder donde se mueven los altos jerarcas del gobierno, en vez de bajar suben en sus gastos, como ocurrió en 2014 donde Gobernación, y la Oficina del Ejecutivo Federal rebasaron con mucho el presupuesto que se les había otorgado para ese año, según un informe del Senado de la República. Digo, ahora sí que como dicen en mi rancho, o todos coludos o todos rabones. Y es que, mire usted, en este país de 53 millones de pobres resulta indignante que por ejemplo, también en el Senado de la República se gasten una millonada en pastelillos finos y otras delicadezas culinarias, mientras increíblemente mucha gente no tiene ni para comer tortilla con sal. Hasta pronto. Para comentarios robleslaopinion@hotmail.com