Caldero Político
A la sociedad mexicana no le gusta que los políticos se peleen y a la hora de los votos dan la espalda a los embaucadores, a los peleoneros y a los mentirosos, aunque no pocas veces personas con estas nefastas características se filtran y obtienen triunfos impensados, engañando a los electores.
El arte de la política consiste en prometer lo imposible cuando se está en la oposición y justificar la inmoralidad de las medidas tomadas cuando se accede al poder, algo así como negar la acción de la gravedad antes de arrojarse al vacío, dicen los expertos.
Al mismo tiempo, las medidas económicas se sirven aderezadas con una buena ración de retórica acerca de la necesidad de repartir los esfuerzos, mientras en la práctica se cargan las suertes solo sobre un lado y se deja sin tocar el de los afines. Cada quien ve el desarrollo del país bajo su particular óptica, en tanto los políticos siguen gozando a lo lindo de sus logros aunque el pueblo esté contra la pared sin empleo, salud, dinero u oportunidades. Los gobernantes dicen que no hay dinero para Salud o Educación pero tenemos más aeropuertos, más espacios de alta velocidad (autopistas), más viviendas vacías, más corrupción política, más coches oficiales y más políticos corruptos que en ningún otro país. ¿Cómo quieren que haya dinero? Coincidimos entonces en que la política se ha convertido en una profesión muy codiciada, de fácil acceso y bien remunerada y en algunos casos un puesto vitalicio gracias a las listas cerradas y a leyes votadas por ellos mismos, con privilegios que protegen sus intereses personales, familiares y de partido. Pensamos que los políticos deberían ser ciudadanos con vocación, al servicio del pueblo y que al cumplir su mandato volvieran a su actividad anterior. La perpetuidad en el cargo facilita la corrupción.
Peleas a muerte por el poder
Ante estos acontecimiento, donde se abren de capa los partidos buscando posiciones políticas luchando por no perder ni un ápice de poder, aunque el pueblo les dé la espalda, se juagan a muerte los espacios haya pactos o no, en tiempo de elecciones o en calendario normal. Nos recuerda que cada quien saca lo mejor del libro antiguo “El arte de la guerra”, que se refiere a tácticas y habilidades militares, escrito por Sun Tzu, un famoso estratega militar chino.
El caso es que ese libro (su contenido) se usa en política y fue y sigue siendo estudiado por todos aquellos estrategas militares que han dirigido ejércitos, pero también ha servido de gran ayuda para todo aquel guerrero que ha emprendido el Camino. El arte de la guerra es uno de los libros más antiguos que se han escrito. Fue el primer intento conocido sobre lecciones de guerra. Sus enseñanzas pueden ser aplicadas en muchas otras áreas donde está involucrado el conflicto, como en la política porque sus capítulos sirven de guía para enfrentar a enemigos y vencerlos. Los trece capítulos de “El arte de la guerra”, son: Aproximaciones de la guerra, La dirección de la guerra, La estrategia ofensiva, Disposiciones, Energía, Puntos débiles y puntos fuertes, Maniobra, Las nueve variables, Marchas, El terreno, Las nueve clases de terreno, Ataque de fuego y Sobre el uso de espías, tácticas que se utilizan en la lucha política para la obtención del poder y sus canonjías.
Los estrategas de la política
Aunque la obra muestra la inteligencia y la frescura de los ensayos de Sun Tzu y se explican al detalle los preparativos previos a la guerra: estrategias de engaño, disposición de las tropas en el campo de batalla, armamento necesario, carros de combate, etcétera, a la lucha política se le agregan variantes que aplican los estrategas que se contratan exprofeso. ¿Cómo poder llegar a vencer al enemigo sin tener que desempeñarse al enfrentamiento cara a cara? Simplemente imponiendo una moral dominante, infundiendo el miedo al enemigo para así lograr el planteamiento central del libro: “poder vencer sin llegar a la batalla”.
Lo supremo en el arte de la guerra consiste en someter al enemigo sin darle batalla. Algunos sugieren que las enseñanzas contenidas en “El arte de la guerra” pueden aplicarse fuera del ámbito militar. En tiempos recientes, el libro ha sido utilizado como guía en programas de administración de empresas y liderazgo dedicados a la gestión de conflictos y la cultura corporativa. Numerosos hombres de negocios dicen haber encontrado maneras de resolver sus conflictos, en las estrategias y tácticas descritas por Sun Tzu. Y la política forma parte del espacio donde se aplica ese arte de la guerra, en lugar del diálogo y los acuerdos.
VEREMOS Y DIREMOS