La salsa Tabasco no es originaria de México, ¿lo sabías?

Edmund McIlhenny creó la salsa Tabasco en 1868 en Nueva Orleans. Se dice que conoció a un viajero al cual compró chiles rojos provenientes de Tabasco, México, de ahí viene el nombre.

Los chiles le gustaron tanto, que comenzó a sembrarlos en Avery Island, en Luisiana. De esta manera, experimentó con varias salsas hasta crear la receta que hoy conocemos.

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Para el año 1869 comenzó a comercializarse, McIlhenny vendió 658 botellas de salsa Tabasco en una botella de vidrio muy similar a la que hoy conocemos.

En 1946 se empezó a utilizar en la preparación de la bebida Bloody Mary. Su expansión internacional llegó en 1949 y se llevó a más de 100 países.

Actualmente la botella roja de salsa Tabasco se encuentra en más de 185 países, y la etiqueta se ha traducido a más de 22 idiomas.

La fábrica en Avery Island produce más de 700,000 botellas al día. Al año, se calcula se venden 200 millones de dólares de salsa.

¿Cómo se elabora?

Desde hace más de 150 años, la receta de la salsa Tabasco no ha cambiado mucho. Se elabora con pulpa de chile, vinagre y una pizca de sal de Avery Island.

El proceso de llevar la salsa a la mesa de los consumidores toma cinco años. Las semillas se hacen Luisiana, luego se mandan a América Latina para sembrarlas y que maduren.

Después, se muelen y mezclan con sal. La pulpa que se obtiene se regresa a la fábrica en Avery Island, donde se mente en barriles y se almacena durante tres años. Cada barril contiene unas 10,000 botellas de salsa Tabasco.

Cuando se saca de los barriles, la pulpa se mezcla con vinagre durante tres semanas. Se cuela para retirar semillas y piel de los chiles, y así se obtiene la salsa.

Después viene el proceso de embotellado y etiquetado. Se empacan para que queden listas para enviarse a distintos países y regiones.

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