Las elecciones que vienen

Caldero Político

En el ya cada vez más cercano 2016 habrá elecciones en prácticamente la mitad del país: 13 elecciones locales, donde el Instituto Nacional Electoral (INE) tiene un rol muy importante que jugar. Se considera que será un proceso  oneroso por la  organización que requiere dado  todo el trabajo de campo que implica hacer la insaculación, la capacitación y la determinación de dónde y cómo se van a instalar las casillas. En sí el INE demanda más recursos financieros para salir adelante.

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Para el próximo año habrá elecciones en  Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas, sin contar las extraordinarias de Colima. En todos los casos, pensamos que  la transparencia es clave para el robustecimiento del sistema electoral

Recordamos que durante  la Semana Nacional de la Transparencia, el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, señaló que el presupuesto solicitado a la Cámara de Diputados para el ejercicio de 2016 es el más debatido en su elaboración.

Afirmó  que el presupuesto del INE es el único que se discute y aprueba públicamente, por lo que se puede estimar que es el más transparente. Por ello,  los recursos solicitados para 2016 contemplan los requerimientos necesarios para que la autoridad electoral pueda ejercer sus atribuciones de capacitación e instalación de las casillas en los estados que tendrán elecciones el próximo año.

Sin embargo, en México padecemos una crisis de credibilidad y confianza que afecta también a las instituciones y partidos políticos; por ende,  la transparencia es una oportunidad para revertir la percepción de la ciudadanía.

La ruta clave para construir confianza es la apertura al escrutinio público por parte de los partidos políticos y de las autoridades electorales. Esa es también la clave para el robustecimiento del sistema electoral y de sus instituciones,

Si bien el sistema democrático se basa en la transparencia, ésta va más allá del ámbito electoral -partidos, candidatos y autoridad electoral- por lo que debe estar presente también en la actuación de legisladores y gobiernos.

Las últimas reformas a las leyes de transparencia y electorales, han traído cambios importantes a las reglas del juego democrático, las cuales abonan a la rendición de cuentas, uno de los pendientes más grandes en términos de construcción democrática.

Estos cambios se pueden ver, según la óptica del INE, en al menos tres nuevas disposiciones: la máxima publicidad, como uno de los principios rectores de la actividad electoral; el robustecimiento de la fiscalización, a nivel nacional; y la conversión de los partidos políticos como sujetos obligados directos en materia de  transparencia.

Ejercer miles de millones de pesos en favor de los partidos políticos y los candidatos es lo que molesta a la sociedad, porque los ciudadanos piensan que es dinero tirado a la calle, a un barril sin fondo y que mejor debería destinarse a programas sociales como combatir el hambre o mejorar la educación.

La percepción ciudadana refiere que los beneficiarios de esos recursos son los políticos de siempre, los que aprovechan los beneficios de la democracia para lucrar y darse una vida holgada alejada del promedio del pueblo. No están muy equivocados, casos así sobran, pero también deberemos comprender que los países evolucionan cuando se permite la apertura democrática para lograr la participación de todos sin restricciones. Ahí está el debate.

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