Mucho se ha comentado sobre la consulta del SETUAN entorno a la aceptación del famoso convenio; derivado de lo anterior, surgen muchas mentiras completas y verdades a medias.
Es importante hacer mención que la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Gobierno del Estado de Nayarit ofrecieron un monto de 390 millones de pesos (mdp) de recursos extraordinarios que pudieran ser aplicados para el pago de aguinaldos de los trabajadores de ambos sindicatos; sin embargo, la aplicación de estos recursos está condicionada a la firma de un convenio que obliga a que ambos sindicatos universitarios -titulares de los contratos colectivos- renuncien a ciertas prestaciones que están por encima de la ley, no reconocidas por SEP.
Aquí vale la pena hacer una pausa y explicar el porqué de esa petición. Tanto la SEP, el Gobierno Estatal y la UAN, deben trabajar en una estrategia de corto, mediano y largo plazo que permita sanear las finanzas universitarias y, en consecuencia, lograr viabilidad financiera para la institución. En ese sentido, como parte del convenio en mención, el Gobierno Estatal asume una serie de compromisos importantes que permiten pensar en la recuperación financiera a mediano plazo, tales como: una aportación extraordinaria de 190 millones de pesos -aún a pesar de la propia situación financiera que atraviesa el gobierno estatal- así como el aumento gradual del subsidio estatal para pasar del 16 al 50% en el año 2030.
¿Qué beneficio trae para la Universidad la firma del multicitado convenio de recursos extraordinarios?
De entrada, una inyección de recursos frescos por el orden de los 390 mdp que aseguran el pago de aguinaldo de todo el personal docente y administrativo, sin afectar el presupuesto 2022, lo cual se traduce en un menor déficit del ejercicio para el año 2022, y lo más importante, que después de 6 años los universitarios puedan gozar con sus familias de esta prestación.
¿Qué va a pasar con el personal administrativo y manual al no haber aceptado firmar el convenio el SETUAN?
En términos estrictos del convenio establecido por la SEP, no se les podrá cubrir su aguinaldo con el recurso extraordinario, por lo cual, tendrán que hacer efectivo su derecho a huelga para asegurar que la administración rectoral les cubra lo adeudado con recursos del presupuesto 2022, para ello, se requiere del siguiente proceso:
- Que el Consejo General Universitario autorice la modificación presupuestal respectiva.
- Que la rectoría haga la gestión ante la SEP para que le autoricen adelanto de subsidio del ejercicio 2022 y con ello se paguen dichos adeudos, y finalmente,
- Lo más difícil e importante, que la SEP autorice tales adelantos de subsidio.
Cabe señalar que, de autorizar dicho adelanto, hablar de fecha y cantidades sería incierto. En tanto eso pasa, todo el personal manual y administrativo tendría que estar en huelga, sin recibir pago alguno, según lo marca la Ley Federal del Trabajo en el artículo 448.
Ante todo esto, la Rectoría no renunciará a seguir buscando opciones y estrategias para solventar la problemática financiera universitaria, buscando cumplir con los compromisos contractuales con ambos sectores, para así garantizar el debido funcionamiento institucional.
Una cosa es muy cierta, la UAN se encuentra en un punto álgido en la historia de sus colapsadas finanzas, tal es así que de no aceptar la ayuda de SEP, podría pintarse negro el panorama, estaríamos hablando del acabose de la UAN como la conocemos.
Mucha responsabilidad recae en el rector, pero también en los sindicatos y sus agremiados.