Las nuevas pautas para que los pediatras estadounidenses traten la obesidad infantil han desatado polémica.
La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda en sus nuevas directrices que los niños con sobrepeso sean sometidos una terapia intensiva que incluya medicamentos para adelgazar desde los 6 años, mientras que para los adolescentes sugiere cirugías.
Sin embargo, algunos temen que este enfoque se produzca a expensas de un estilo de vida saludable y activo. Uno de cada cinco niños en los Estados Unidos es obeso.
Los médicos sostienen que se necesita un tratamiento temprano para prevenir enfermedades de por vida, como la diabetes.
Hablan los padres
Conversamos con Tracy Sherman y su hija de 14 años, Jaelynn Pérez, quienes viven en un suburbio de Washington. Se trata de un complejo residencial rodeado de carreteras y algunos parches de césped verde.
Sherman está molesta. ¿La razón? Acaba de recibir la noticia de que la escuela de Jaelynn cerrará la clase de Educación Física y la reemplazará con un curso de salud que se imparte en el salón de clases.
La mujer está preocupada porque su hija ya no tiene muchas oportunidades para ejercitarse y socializar con sus compañeros de clase. Asimismo, teme que la nueva clase hará esto último aún más difícil.
Pérez, por su parte, contó que el año pasado se inscribió en un campamento de verano organizado por la YMCA. Iba de excursión durante el día y pasaba mucho tiempo al aire libre. «Fue muy divertido», dijo la adolescente. «Me sentí mejor, me sentí más saludable y me encantó hacer amigos».
Pérez ha sufrido una enfermedad renal desde que era niña y su sobrepeso afecta negativamente su condición. Pero su madre aseveró que en el verano las cosas empezaron a mejorar. «Perdió casi seis kilos en tres meses», relató Sherman.
«Su nefrólogo estaba realmente impresionado de que pudiera perder tanto peso tan rápido. Su salud mejoró y su confianza también», agregó.
Este cambio, explicó la madre, le mostró lo importante que era para su hija hacer actividades al aire libre.
Un paso más allá
Durante años, los médicos han promovido un estilo de vida saludable como la mejor forma de combatir la obesidad infantil.
Sin embargo, en las últimas semanas, el debate sobre este tema se ha reavivado, ya que la Academia Estadounidense de Pediatría emitió, por primera vez en 15 años, nuevas pautas para abordar el asunto.
Desde la asociación afirmaron que comer bien y hacer ejercicio no siempre es suficiente. «El tratamiento médico y la prevención deben ir de la mano», dijo la doctora Nazrat Mirza, una de las autoras de las directrices. «La obesidad es una afección médica crónica y, además de los cambios saludables en el estilo de vida, hemos comprobado que los medicamentos y la cirugía también funcionan», agregó
Mirza dijo que las directrices quieren acabar con el doble rasero que enfrentan las personas con obesidad y facilitarles el acceso a tratamientos médicos disponibles, como ocurre con cualquier otra condición.
«Al igual que el asma, al igual que la hipertensión. En caso de hipertensión, le dirías a alguien que reduzca la sal, pero si la presión arterial sigue siendo alta, le darás medicamentos», ilustró.
Otras propuestas
Pero algunos médicos están preocupados por el énfasis en la intervención temprana intensiva.
La doctora Katy Miller, quien trabaja con adolescentes que luchan contra los trastornos alimentarios en el Hospital de Niños de Minnesota, admitió que teme que estas pautas puedan «preparar a los niños para una relación desafiante con sus cuerpos». «Estamos proponiendo tratamientos que son costosos e incluso en las mejores circunstancias a menudo no tienen éxito», agregó.
La experta propuso que el enfoque se centre más en los factores sociales que afectan la obesidad infantil. «¿Cómo podemos pedirle a alguien que haga dieta cuando no estamos abordando cosas como la pobreza, la escasez de alimentos y la inestabilidad del acceso a la vivienda?», dijo.
«Tuve un paciente de 15 años a quien los médicos le habían dicho que bajara de peso», agregó, «y su familia ha estado viviendo en la pobreza extrema. Tuvieron un cambio en sus circunstancias financieras y él me dijo: ‘¿Sabes cuál es la mejor parte de tener dinero? Puedes comprar fruta que no tiene moho'».
También conversamos con Julia Guevara, quien es madre de tres hijos y acaba de terminar un grupo de apoyo de un año sobre cocina saludable organizado por la YMCA. «Yo soy la que cocina en casa. Así que si cocino alimentos saludables mi familia se mantiene saludable», dijo orgullosa.
La mujer fue referida al programa porque le habían diagnosticado colesterol alto y prediabetes durante el embarazo. Su hijo adolescente, comentó, también estaba empezando a tener problemas de salud y eso la motivó a dar un cambio en su vida.
Mientras corta un poco de fruta para su niño pequeño, le preguntamos que qué piensa de las nuevas pautas y dijo no con la cabeza.
«Como madre, primero intentaría cambiar la comida que comemos y hacer que mis hijos practiquen deporte», aseguró Guevara.
«En nuestro país, los niños no tienen muchas oportunidades para hacer ejercicio, las escuelas no tienen suficientes programas deportivos. Solo si lo hubiera intentado todo, entonces podría considerarlo», agregó.
En el lado opuesto de la ciudad, Sherman está de acuerdo. «La cirugía y la medicación deben ser el último recurso», sentenció.