Véritas Liberabit Vos
Ahora en esta nueva Encíclica que recientemente ha salido a la luz pública “Laudato sí” (El elogio sea para ti) el pontífice se interna en un tema por demás novedoso para ser tratado en un documento de esta dimensión, el contenido de la misma versa sobre la posición del hombre ante el cambio climático, la actitud que deben de tomar las principales potencias del orbe ante la responsabilidad imperiosa de la protección del medio ambiente, sobre todo en un mundo actual fundamentado en una carrera económica que en su camino va dejando una estela de contaminación y degradación que en muchos casos pude ser irreversible y con consecuencias graves en el equilibrio ecológico principalmente en el punto básico del calentamiento global.
Sabemos que una Encíclica es una carta enviada por el Papa a los obispos de todo el mundo para puntualizar con ella cuestiones importantes sobre algún tema relevante o en casos cruciales para dilucidar alguna polémica en cuestión de reforzamiento de la Fe o en la reafirmación de usos y costumbres, a la luz de la Escritura, siendo por lo tanto un documento que fija línea a la jerarquía católica de todo el mundo.
Cada Encíclica toma su nombre de sus primeras palabras en latín, en este caso la “Laudatio Si” imprime un sentido reflexivo a una sociedad que a pesar de las advertencias y campañas contra el aumento sin precedentes de las emisiones de gases por utilización de combustibles fósiles, sigue en un afán acelerado sin menoscabo del cuidado que debemos de tener por nuestro planeta y donde las referencias con documentos científicos nos marcan que el calentamiento global ha generado un incremento de temperatura de un grado Fahrenheit desde el Polo Norte al Polo Sur y todas las áreas intermedias, se observan síntomas por todos lados y algunos de ellos son sorprendentes, ya que el calor no solo está derritiendo los glaciares y el hielo del mar con el consabido incremento de nivel de más de 18 centímetros, también está generando un cambio en los patrones de precipitaciones generando huracanes y tormentas así como inundaciones y en otros casos sequías y haciendo que ciertas especies de animales se trasladen de hábitat o perezcan por la modificación en sus condiciones de vida.
Siendo así un tema más de Ciencia que de Fe, el obispo de Roma lanza un llamado de alerta sobre el cuidado del medio ambiente a los dirigentes de los principales países industriales de cara a la Conferencia de las Partes de la Convención sobre cambio Climático promovido por la ONU que está programada para llevarse a cabo en el mes de diciembre en París Francia y cuyas decisiones serán muy significativas en este tenor para el futuro de la humanidad.
Esta documento por el tema tratado actual y decisivo en diferentes foros y disertaciones, es comparada con la Encíclica “Rerum Novarum” la cual es una de las mayores defensas a los derechos humanos escrita por el Papa León XIII en 1891 donde sentó las bases a los derechos de los trabajadores y la cuestión obrera, lo mismo que “Pacem in Terris” de Juan XXIII en 1963 donde habló de la amenaza nuclear y la necesidad de diálogo para lograr una paz duradera en el mundo.
Dentro de su contenido se insta a releer el Génesis que se explica como Dios al crear al hombre en la tierra, le dio un dominio sobre ella (Génesis1:26-28) lo que se podría entender de un modo muy concreto, mas sin embargo este dominio corresponde a ejercer una mayordomía responsable y no una dominación destructiva., la posición verdadera y equilibrada describe entonces una correcta relación entre los seres humanos y la naturaleza.
Importante contenido, mucho mejor el mensaje, pero más decisiva la conciencia que cada uno de nosotros hagamos referente al cuidado que debemos guardar para con el medio ambiente, recordemos el planeta es nuestra casa común y es nuestra responsabilidad cuidarla y en nosotros está lo que doméstica y localmente hagamos por él.