Funcionarios dijeron que las posibilidades de encontrar más sobrevivientes son escasas aunque los equipos de rescate siguen laborando bajo la lluvia

Bajo la lluvia laboran los equipos de rescate en los escombros que dejó el terremoto de 7.9 grados la semana pasada en Nepal.

Funcionarios dijeron que las posibilidades de encontrar más sobrevivientes son escasas en momentos en que el número de muertos se acerca a los 5.500.

En la capital Katmandú los helicópteros no podían volar a las zonas rurales más afectadas en la empobrecida nación de los Himalayas, debido a las precipitaciones pluviales.

«Puede que no haya más sobrevivientes», dijo Rameshwor Dandal, director del centro de gestión de emergencias en el Ministerio del Interior de Nepal.

«La lluvia se suma a los problemas. La naturaleza parece estar en contra de nosotros», agregó.

En tanto, se realizaron protestas afuera del Parlamento, por la lentitud del rescate.

En el interior del país, pobladores bloquearon los camiones que transportaban suministros, exigiendo que el Gobierno haga más por acelerar la distribución de la ayuda enviada al país que ha tardado en llegar a los más necesitados.

De acuerdo con un funcionario del Ministerio del Interior de Nepal, el número de muertes confirmadas por el terremoto se elevó a 5.489 el jueves por la mañana. Casi 11.000 personas resultaron heridas y más de 80 fallecieron en la vecina India y el Tíbet.

En tanto, la Organizacion de las Naciones Unidas (ONU) dijo que 600.000 casas fueron destruidas o dañadas, por lo que muchas personas han estado durmiendo a la intemperie después del terremoto.

También dijo que ocho millones de personas resultaron afectadas por el desastre, y al menos dos millones tendrán necesidad de tiendas de campaña, agua, alimentos y medicinas en los próximos tres meses.

Los equipos de rescate extranjeros le habían informado que su trabajo está casi concluido porque hay pocas posibilidades de encontrar más sobrevivientes, dijo Dandal.