De acuerdo con autoridades del Estado de México, Ramón Morales, presunto agresor sexual de menores del kínder Marcelino Champagnat, fue ubicado ayer en “un anexo para tratar adicciones”, dio a conocer Imagen de la Noche, con Ciro Gómez Leyva.
En tanto, la Secretaría de Educación Pública (SEP) garantizó que los maestros y trabajadores implicados no se darán a la fuga. La dependencia aseguró que se están tomando todas las acciones preventivas para mantenerlos vigilados y localizables, al obligarlos a firmar asistencia y a estar presentes en oficinas de la propia SEP.
Los presuntos responsables de la agresión son, además de Morales, un maestro de educación física, una maestra y la directora del plantel, aunque no se descartan más implicados.
Así lo informaron padres de familia, tras sostener una reunión con Norma Patricia Sánchez, directora General de Operación de Servicios Educativos de la SEP, con quien firmaron acuerdos que se darán hoy a conocer en una asamblea pública.
Definirán una fecha para la reapertura del plantel, instalarán cámaras de vigilancia y brindarán atención sicológica a los niños.
PEDIRÁN ORDEN DE APREHENSIÓN
La fiscal de la Procuraduría General de la República (PGR) encargada de la investigación de abuso sexual en el kínder Marcelino de Champagnat, en Gustavo A. Madero, dijo ayer que los menores han dado elementos suficientes para que se gire una orden de aprehensión en contra de Ramón Morales, el empleado del plante directamente acusado de tales actos.
De las ocho declaraciones que se han tomado a los menores desde el martes, se detectó que tres niños sí sufrieron abuso sexual.
«Ya tenemos tres declaraciones que son las que estamos tratando, ya con éstas, poder ir ante un juez”, dijo la fiscal Adriana Lizárraga a Imagen de la Noche, con Ciro Gómez Leyva.
Sin embargo, determinar cuántos menores habrían sido abusados sexualmente en ese kínder será un proceso lento. Ayer llegaron nuevos casos a la Procuraduría General de la República.
De acuerdo con la fiscal, el proceso de evaluación de los niños se realiza de la siguiente manera: las sicólogas trabajarán con los menores para ganarse su confianza y que les cuenten lo que sucedió. En una segunda etapa son llevados al área de servicios periciales para que los peritos los examinen. En caso de que haya indicios de violación, se corroborará con un dictamen médico.