Darío Celis relata en su columna que la designación de Buenrostro ‘radicaliza’ al gabinete de López Obrador.
La ‘limpia’ que Raquel Buenrostro hizo tras llegar a la Secretaría de Economía bastante ruda, de acuerdo con lo relatado por Darío Celis en su columna de este martes.
Tras ser designada como la nueva titular de Economía, Buenrostro pidió la renuncia a figuras como Luz María de la Mora, quien había llevado el liderazgo del equipo de México en las consultas solicitadas por Estados Unidos por la política energética de Andrés Manuel López Obrador.
“Ya no los dejó ni entrar a sus oficinas: les canceló los accesos, los correos electrónicos y las computadoras personales. ‘Los corrió como si fueran unos rateros’, narró un ya exfuncionario”, dijo en su columna.
¿Quiénes fueron los funcionarios cesados?
- Antonio Letayf, director general de Industrias.
- Elodina Guerra, directora general de Industrias Pesadas.
- Benjamín Reyes, director general de Normatividad Mercantil;
- Mario Saucedo Romero, director general de Recursos Humanos (en esta área hasta nivel de Subdirectores de Área).
- Alejandro César Rosas Guerrero, titular de la Unidad de Prospectiva, Planeación y Evaluación.
- Marcos Ávalos, jefe de la Unidad de Prácticas Comerciales Internacionales.
- Eduardo Montemayor, director general de Normas.
Cuestionado sobre esos cambios, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio su respaldo a Buenrostro pues, subrayó, “se le tiene confianza” a la exjefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
De hecho, según explica Celis, la designación de Buenrostro a la dependencia “ilustra cómo en el fondo se maneja realmente Andrés Manuel López Obrador”.
Buenrostro llegó a la secretaría de Economía después de la renuncia de Tatiana Clouthier quien afirmó que ya podía aportar nada más desde su puesto.
“Estimado presidente, aprovecho esta nota para agradecer la gran oportunidad que me has dado de caminar contigo en favor de la Cuarta Transformación, si hago un símil con el beisbol, me tocó ser invitada a jugar en las ligas mayores, conocer el país, representarlo, jugar en distintas posiciones sudando la camiseta al mil y nunca dejando de hacer lo que me correspondía con tal de meter una carrera a favor de México”.