Por Daniel Aceves Rodríguez
(Tercera Parte)
Desde el primero de diciembre de 2018 en que Andrés Manuel López Obrador tomó protesta como Presidente, el estado de Tabasco entró en la lista de entidades que han dado mandatarios a la Historia de nuestro país, y es que desde Guadalupe Victoria se han tenido propietarios de la banda tricolor de diferentes entidades federativas siendo la Ciudad de México la que más Presidentes ha tenido con una docena de ellos, seguidos de Veracruz con ocho, empatados con tres están Coahuila, Puebla y Sonora; Michoacán con cuatro; Jalisco y Guerreo con tres, seis Estados con dos que son Durango, Guanajuato, Estado de México, Oaxaca (que con solo dos mandatarios juntos acumulan 49 años de mandato ya que corresponde a Benito Juárez y Porfirio Díaz) Querétaro, Tamaulipas y Zacatecas, con solo uno aparecen Campeche, Colima, Hidalgo y Nuevo León, y en la lista donde ningún originario de estas tierras ha ostentado el Poder Ejecutivo están Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Chiapas, Chihuahua, Morelos, Nayarit, Quintana Roo, Sinaloa, Tlaxcala, y Yucatán, ya sin incluir a Tabasco que con AMLO ingresa a la lista.
Igualmente desde que el Ejército Trigarante entró en la Ciudad de México como capital del País en diferentes vicisitudes y por causas especiales la capital fue establecida en otras ciudades y así tenemos que durante el gobierno Itinerante de Buenito Juárez los Poderes fueron trasladados a San Luis Potosí (1863), Saltillo Coahuila (1864), Monterrey Nuevo León (1864), Chihuahua (1864), Ciudad Juárez ( 1865 hasta antes llamada Villa Paso del Norte pero en su honor fue cambiado de nombre) y en otros acontecimientos a Querétaro, Qro. (En 1847 y 1916), y Veracruz, Ver. (En 1858, 1914 y 1916).
Nuestro País tiene una Historia corta ya que como nación independiente está por cumplir 201 años considerando la fecha real de consumación la del 27 de septiembre de 1821 y no la del inicio del movimiento independentista del 16 de septiembre de 1810 que por cierto entre las cosas anecdóticas de nuestra Historia es que Porfirio Díaz al ser su cumpleaños el día 15 de septiembre modificó la fecha de celebrar el famoso Grito de Independencia para ese día y no el 16 como marcan las crónicas, y así poder celebrar con sus contertulios y conspicuos amigos su onomástico; fastuosas fueron en 1910 las celebraciones del Centenario, que aunque con un Porfiriato ya en declive de popularidad por los aires del levantamiento armado que flotaba en el ambiente y que ocho meses después generaría su salida del País, pudo realizar un apoteótico evento con la inauguración del monumento de la Independencia y una cena en Palacio Nacional que incluyó: salmón fresco con salsa de vino blanco, mostaza y anchoas, pollo marinado en leche con salsa de frambuesa, perlas de melón con champaña rosada y helado de vainilla con chocolate fundido, rociados con los mejores vinos y champagne traídos de Europa; tal como lo consignan las invitaciones de aquel 23 de septiembre, todo de la mano de Carmelita Romero Rubio; las referencias marcan que ese día fueron trasladadas las reliquias del Siervo de la Nación José María Morelos, aunque queda la duda si eran las auténticas ya que de acuerdo a ciertos manifiestos está la versión de que su hijo Juan Nepomuceno Almonte connotado conservador que participó activamente en la invitación como monarca a Maximiliano, arrojo al mar las cenizas de su padre.
Otro pasaje que tiene que ver con el hecho de trasladar algunos restos se habla de que el tres veces Presidente Anastasio Bustamante fiel admirador de Agustín de Iturbide consumador de la Independencia y Primer Emperador de México, dejó como deseo póstumo que a su muerte su corazón fuese llevado junto a los restos del libertador ubicados en la Capilla de San Felipe de Jesús en la Ciudad de México; sobre este personaje fluye la anécdota que era un proclive y contumaz aficionado a la ingesta de huevos y según lo señala Armando Fuentes Aguirre en su obra “ Hidalgo e Iturbide” diariamente consumía 36 huevos ( tal vez su corazón excedía un poco de colesterol), otro Presidente que se menciona muy metódico en su alimentación era Benito Juárez quién llevaba una relación por escrito de todo aquello que consumía, tal como queda plasmado en lo último que consumió el día de su fallecimiento.
Desde el Siglo XIX la mayoría de los Presidentes eran Generales recordemos que los tiempos que permeaban en el mundo eran tiempos bélicos donde el olor a pólvora y el sonido de cañones o el relinchar de caballos era el común denominador; por eso no era raro encontrar en la silla presidencial a un militar, diferente situación ocurrió con Benito Juárez que como abogado fue más estadista aunque la guerra siempre estuvo en su presente; ya en el siglo XX, la revolución marcó una era de caudillos y la consiguiente llegada al poder de militares, ya con Manuel Ávila Camacho terminaron los Generales en la presidencia e inició la era de los civiles; Ávila Camacho también pasa a la historia por hacer sido el único mandatario que envió tropas a combatir en el extranjero con el Escuadrón 201 en la Segunda Guerra Mundial.
Después de los abogados vendrían los tecnócratas ya en la era de la globalidad y de la conformación del mundo en un llamado Nuevo Orden con De la Madrid, Salinas y Zedillo, pasando después a economistas, por cierto fue muy significativo que por tres sexenios tuvimos Presidentes en cuyo apellido aparecía la preposición De, Miguel De la Madrid Hurtado (1982/1988), Carlos Salinas de Gortari (1988/1994) y Ernesto Zedillo Ponce de León (1994/2000).
Desde 1929 hasta el año 2000 fue el Partido Revolucionario Institucional el que llevo la pauta en el poder, dos sexenios el Partido Acción Nacional, otro retorno del PRI y ahora el Partido Morena por lo que resta del sexenio, o lo que se diga después del tan llevado y discutido asunto de la revocación de mandato este 10 de abril, pero esto, esto será ya otra historia.