Luis Suárez y Arturo Vidal ya conocen de primera mano que no entran en los planes del Barcelona para la próxima temporada. De acuerdo a una información Ronald Koeman se comunicó este lunes con los dos futbolistas para hacerles saber que no cuenta con él, invitándole a resolver el contrato que mantiene hasta 2021.
En el caso del uruguayo el Barça tiene al jugador en el mercado, dispuesto a aceptar una oferta a la baja por su traspaso, pero es consciente el club, de que el alto salario del que disfruta en el club convierte dicha opción en muy complicada por cuanto un interesado difícilmente haría una inversión importante por su fichaje y a la vez le mantendría sus emolumentos.
Parecida situación existe con el mediocampista chileno, quien en primera persona advirtió en semanas pasadas que se plantearía su futuro en base a los planes del club azulgrana, entendiendo que buscaría una solución en caso de no tener claro su ascendente en el equipo.
Con Suárez, en días pasados se especuló con un interés del Ajax, donde Suárez marcó 111 goles en 159 partidos durante tres temporadas y media entre 2007 y 2010, pero el entorno del propio futbolista se desmarcó de tal opción, dando a entender entonces su deseo de permanecer en el Barça, una opción que ha comenzado a quedar descartada este lunes.
Por Vidal, en los últimos días se han repetido diversos rumores que le han puesto en la órbita tanto de la Serie A como del PSG, que estarían en disposición de abrirle la puerta en caso de confirmarse su marcha del Barça.
La intención inicial de Koeman es solventar el máximo de casos posibles durante esta semana y en este sentido, en relación a Suárez, su deseo sería concretar antes del domingo la rescisión, habiéndole concretado que entiende que su ciclo en el Barça ya terminó y que en sus planes de trabajo no encaja de cara a la temporada que comenzará el próximo lunes.
Fichado al Liverpool en el verano de 2014, al futbolista uruguayo, tercer máximo goleador en la historia del club, el Barcelona le ofrecerá las máximas ventajas para acordar su salida, habida cuenta de la dificultad, atendiendo a su contrato y su edad, cumplirá 34 años en enero, de conseguir un traspaso.
Suárez, que se marchó de vacaciones consciente de que su nombre estaba marcado especialmente como uno de los probables condenados en la revolución que querría llevar a cabo la directiva de Bartomeu, se mostró muy contrariado por la situación y en una entrevista al diario El País invitó al Barcelona a ser claro con él. «Si el Barcelona no me quiere, que hablen conmigo» proclamó el jugador.
Con uno de los salarios más altos de la plantilla, por encima de los 16 millones de euros por temporada, al Barcelona no le resultará sencillo consumar la salida de Suárez y menos aún hacerlo por la vía rápida.
Con Vidal, llegado en 2018 desde el Bayern Múnich, podría existir una entente menos problemática entendiéndose su propio discurso que abría la puerta a cualquier posibilidad.
Y aunque el deseo de Koeman es dejar solucionado el tema antes del domingo, fecha en la que los jugadores deben pasar las puebas PCR y las revisiones médicas para comenzar a entrenar el lunes, no es descartable, hoy por hoy, que el uruguayo empiece la pretemporada de azulgrana a la espera de resolver su futuro lejos del Camp Nou.