Luiz Inácio Lula da Silva fue condenado este miércoles por la Justicia brasileña a 12 años y 11 meses de cárcel por delitos de corrupción y lavado de dinero, según fuentes judiciales.
El expresidente de Brasil ya cumple condena desde abril pasado por otro caso de corrupción.
Lula, de 73 años, fue condenado por corrupción pasiva y lavado de dinero, como beneficiario de un departamento en el litoral de Sao Paulo a cambio de favorecer a una constructora en contratos con la estatal Petrobras.
El exmandatario responde a otros procesos, pero se declara inocente en todos y denuncia una conspiración para impedirle volver al poder.