Actualmente es el cofundador de una de las empresas más importantes de Estados Unidos que fabrica drones, los cuales se comercializan en todo el mundo.
Fundó una compañía junto con un estadunidense; actualmente es de las más importantes de ese país y vende los aparatos a escala global.
Jordí Muñoz demostró ser un mexicano prodigio. Fue rechazado del IPN, pero eso no fue motivo para frenar su sueño de ser un profesionista de la tecnología.
En entrevista para la BBC, el joven originario de Baja California relató su experiencia de vida y compartió que desde que era un niño le apasionaba el mundo de la computación y los aviones.
Recordó que en 2007, cuando tenía 20 años, realizó su examen para formar ingresar al IPN, pero fue rechazado, motivo por el cual tuvo que buscar otras opciones y fue ahí que decidió emprender un viaje junto con su esposa e irse de Tijuana a Riverside, California.
Ahí comenzó su aventura y una idea le abrió las puertas en el mundo de la tecnología, ya que gracias a los avances de hoy en día y con su experiencia en programación electrónica “me di cuenta de que podía hackear mi helicóptero de control remoto”.
Posteriormente empleó los sensores de su consola de videojuego junto con una placa de Arduino y así logró hacer su primer drone casero.
Muñoz le tomó video a su pequeño experimento y los exhibió en la página web DIYdrones.com, sitió al cual acuden los apasionados de los vehículos aéreos no tripulados, captando la atención de muchos, entre ellos, el estadunidense Chris Anderson, quien creó el sitio, y sin conocer en persona al mexicano le envió un cheque por 500 dólares para que siguiera fabricando las placas.
Ahí Muñoz tuvo un gran problema, ya que para realizar lo que pedían necesitaba un horno especializado con un costo de 50 mil dólares, dinero del que carecía, pero esto tampoco fue impedimento para continuar con su sueño, sino que fue el impulso que lo llevó a tener otra gran idea.
“Fui a una tienda y compré un tostador por 30 dólares, lo modifiqué y lo convertí en un horno de soldadura para poder cocinar las placas”, detalló a la BBC.
Luego de ello puso a la venta 40 dispositivos que se vendieron en cuestión de horas.
A raíz del éxito adquirido, el joven mexicano y Chris Anderson fundaron 3D Robotics, una compañía que actualmente cuenta con más de 300 empleados. Trabajan en San Diego y Tijuana y de ahí venden drones a todo el mundo. Tienen cinco modelos, entre ellos el Iris Plus que se usa para tomar fotografías; muchos la utilizan en deportes extremos.
Muñoz habló respecto a las oportunidades que se les da a los emprendedores en México, en donde las políticas no ayudan a las persona como él, quienes buscan emprender con sus creaciones y logros, además, señaló que tampoco ayudan a la sociedad en general.
Reconoció que la ventaja que tiene EU es que es un lugar donde todos se apoyan, y que es increíble que con la mitad del esfuerzo que se hace en México en EU se puede triunfar 10 veces más.
Fracaso y motivación
Para el emprendedor mexicano el éxito tampoco es un freno, ya que asegura que a pesar de estar feliz y satisfecho con lo que ha logrado, seguirá siendo emprendedor, por lo que pretende crear otras empresas.
“Cuando creo que algo va a funcionar, funciona”, dijo Muñoz, quien asegura que usará sus conocimientos y presentimientos para seguir creciendo.
Señaló que el camino de las metas se multiplica y lleva a otras desviaciones que dirigen a algo más grande e inimaginable, pero que eso solo se descubre luego de alcanzar la meta principal.
Para concluir, recomendó no temerle al fracaso, ya que es importante porque éste motiva y lleva a otras oportunidades.
Con información de milenio.