A tres meses de que venza el plazo de un año que pidió a los mexicanos para sentar las bases de la Cuarta Transformación del país, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que hoy México «es más justo, no hay corrupción y se gobierna para todos».
La apreciación del jefe del Ejecutivo federal surgió luego de preguntarle si en el caso específico de la inseguridad y la violencia que persiste a lo largo del territorio nacional se podría decir si hay un México más seguro, esto, a escasos meses de que venza el plazo solicitado a los ciudadanos para pacificar al país.
«Es un país más justo, más digno, es un país en donde no hay corrupción en los altos mandos del gobierno, donde ya no se permite, no se tolera la corrupción, un país donde el presupuesto se destina a los más pobres, es un país donde se gobierna para todos, para ricos y para pobres y en donde el gobierno no está secuestrado por una minoría; es un país donde se está atendiendo al pueblo; es un país con un gobierno al servicio de los ciudadanos, no de los grupos de intereses creados», respondió al cuestionamiento de si a esta fecha se cuenta con una país más pacífico y más seguro.
López Obrador consideró que a pesar del coraje de sus adversarios (conservadores y medios de comunicación), el país va adelante y cumple con sus compromisos, incluso más de los que ofreció al inicio de su administración en el Zócalo de la Ciudad de México, en diciembre del 2018.
Recalcó su creencia de que es el presidente más atacado en toda la historia de México, sólo que a pesar de ser blanco de críticas, aseveró, no hay censura y se garantiza el derecho a disentir.
Luego de señalar lo anterior, el presidente de México dedicó prácticamente una hora de su conferencia de prensa a dar lectura a cada uno de los 100 compromisos que hizo cuando tomó posesión como jefe del ejecutivo federal, como muestra, dijo, de que se han sentado las bases de la transformación de México.
De acuerdo con el mandatario, sólo cinco de los 100 compromisos no ha sido alcanzados, entre ellos: la descentralización de las dependencias de gobierno federal, el regreso a las comunidades del impuesto minero, la eliminación de todos los fideicomisos aperturados en sexenios pasados, así como la desaparición de los 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero y el impulso a las energías renovables.
En cuanto a los compromisos cumplidos, el presidente se refirió a la rifa del avión presidencial, la construcción del Tren Maya, los caminos de concreto en las cabeceras municipales, la eliminación del estado mayor presidencial y la partida especial para la compra de ropa de él y su familia.
Al finalizar el recuento, López Obrador dijo que por tales razones no ha perdido el respaldo de la gente y de paso el recuento sirvió para refrescar la memoria a sus adversarios.
«Es muy sencillo, son 100 compromisos, repasar si hemos cumplido o no, también para que los adversarios de los medios y sus jefes sepan por qué la gente nos apoya”, consideró el mandatario.