Miles de mujeres se manifestaron en Lima y las principales ciudades de Perú para rechazar la violencia de género, que este año ha causado ya 59 víctimas mortales por feminicidio.
Se trata de la segunda movilización “Ni una menos” organizada en el país por grupos sociales, feministas y colectivos de lesbianas y homosexuales.
Los familiares de las mujeres desaparecidas en los últimos años en Lima, así como de las víctimas de la violencia durante el conflicto armado interno de Perú, entre 1980 y 2000, encabezaron la marcha en la capital peruana.
Una de las mujeres símbolo de la primera marcha de 2016, Arlette Contreras, abogada que sufrió un intento de feminicidio en la ciudad de Ayacucho, participó también este año en la movilización tras haber sido galardonada en Estados Unidos con el Premio Internacional a las Mujeres de Coraje.
El agresor de Contreras, Adriano Pozo, fue liberado por la justicia a pesar de que su ataque quedó registrado por las cámaras de un hotel de Ayacucho.
De enero a junio pasados se registraron 59 feminicidios en Perú, un 11 % más que en el primer semestre de 2016, y 123 tentativas de feminicidio, un número similar al de igual periodo del año pasado, según cifras oficiales.
El 68 % de las mujeres peruanas ha sufrido alguna vez de violencia física, psicológica o sexual por parte de sus parejas, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática.
La marcha de la capital discurrió por varias avenidas del centro de Lima y concluyó en los exteriores del Palacio de Justicia, donde las activistas rechazaron la actuación de los jueces y fiscales ante los 48 mil 489 casos de violencia familiar, sexual y de género registrados en Perú en lo que va de año.
Entre las demandas de la movilización se planteó la despenalización del aborto, la promulgación de una ley de identidad de género e igualdad de derechos para las mujeres transexuales, así como el incremento de penas para los casos de feminicidio.
Igualmente, el incremento del presupuesto para la prevención y atención de la violencia de género, y sancionar a los responsables de la violencia de género en las localidades de Manta y Vilca, en la región de Huancavelica, durante el conflicto interno.
Perú sigue ocupando el tercer lugar entre los países con mayor índice de casos de violación sexual a nivel mundial, y es a su vez el Estado sudamericano con mayor deserción escolar por embarazo adolescente, afirmaron los organizadores.
De enero del 2009 a junio de 2017, se han registrado en su territorio 941 feminicidios, ocho de cada diez víctimas de esclavitud laboral o sexual en Perú son mujeres, y siete de cada 10 mujeres son víctimas de acoso callejero.
Los organizadores de la marcha criticaron al colectivo civil y religioso “Con mis hijos no te metas” por fomentar la discriminación a la mujer y contra la comunidad de lesbianas, gays y transexuales oponiéndose y obstaculizando las iniciativas legislativas a favor de estos grupos.
La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Ana María Choquehuanca, participó en la marcha de la ciudad de Arequipa, organizada por organismos sociales y feministas en esa urbe del sur peruano.
A propósito de los casos de violencia contra la mujer, la ministra anunció que se descentralizará el Servicio de Atención Urgente (SAU) para atender de manera inmediata los casos graves de agresiones.
“Voy a invocar a la empresa privada para poder conseguir más unidades móviles. Es muy importante porque los casos urgentes de violencia no solamente existen en Lima, sino en el Perú entero”, indicó.
Su colega Marilú Martens, ministra de Educación, afirmó que “la educación que promueve igualdad y respeto es el camino hacia una sociedad más segura y libre, sin violencia ni machismo”, en un mensaje en Twitter en solidaridad con la movilización.
“Las mujeres, con nuestros trabajo, esfuerzo y coraje, debemos hacernos escuchar cada vez más fuerte #NiUnaMenos”, agregó Martens.