Miles de soldados de la Guardia Nacional se han instalado al interior del Capitolio en Washington, vigilando las 24 horas del día y durmiendo en el piso, debido a un nivel de amenaza «muy alto» luego del asalto perpetrado la semana pasada por seguidores del presidente Donald Trump.
El Centro de Visitantes del Capitolio, un espacioso complejo que normalmente recibe a turistas durante las visitas guiadas al edificio, se llenó esta vez con miles de efectivos armados listos para actuar ante cualquier emergencia, informa la prensa estadunidense.
Las tropas yacían sobre los duros suelos de mármol, algunos sosteniendo sus armas mientras dormían la siesta después de una larga noche de vigilar el complejo del Capitolio.
Un funcionario de defensa aseguró que el nivel de amenaza en el Capitolio es «muy alto» en este momento, incluso «más alto de lo que se informó» en la prensa.
Esta advertencia se produce una semana después de que los insurgentes invadieron el Capitolio en un ataque que provocó la muerte de cinco personas.
Los legisladores iniciaron este miércoles los debates sobre un segundo juicio político a Trump, quien es acusado de incitar a los disturbios ocurridos hace exactamente una semana.
Alrededor de 2 mil soldados arribaron al Capitolio este miércoles por la mañana y están autorizados a portar armas.
El secretario de Defensa en funciones, Mark Miller, delegó la autoridad para portar armas y usar la fuerza en el secretario del Ejército, para evitar perder tiempo en obtener aprobaciones, en caso de que surja la necesidad.
Un funcionario del Departamento de Defensa confirmó que la Guardia Nacional ahora planea traer 20 mil soldados a Washington, un aumento de 5 mil.
Una placa en uno de los muros cerca de las tropas de la Guardia Nacional conmemora otra ocasión en que las tropas fueron acuarteladas en el Capitolio, al comienzo de la Guerra Civil.