Las fuerzas de seguridad reprimen a una multitud que se manifestaba contra el gobierno durante un festival religioso en la región de Oromiya
La policía en la región etíope de Oromiya lanzó gases lacrimógenos y disparos de advertencia el domingo para dispersar a manifestantes antigubernamentales en un festival religioso, lo que provocó una estampida que dejó decenas de muertos.
Testigos del suceso aseguran que por lo menos 20 personas fallecieron en el incidente, mientras que el partido de oposición reportó que el número de muertos podría superar los 50.
La gente empezó a correr y algunos cayeron en zanjas de unos 15 metros de profundidad. Otros cayeron unos encima de otros, lo que empeoró la situación”, relató un testigo, que aseguró que al menos una veintena de personas murieron en el acto, según la agencia EFE.
Por su parte, el partido opositor más importante en la región, el Congreso Federalista Oromo (OFC), criticó la actuación de las fuerzas de seguridad y aseguró que podrían haber más de cincuenta muertos.
El Gobierno no entregó una cifra precisa de víctimas tras el incidente en el festival anual, en el que algunas personas gritaron consignas contra el Gobierno y agitaron la bandera de un grupo rebelde, pero dijo que “se perdieron vidas” y que había varios heridos.