Nadie por encima de la ley

Caldero Político

Antonio Echevarría García centró su discurso de toma de protesta como Gobernador de Nayarit, en su propósito de combatir la corrupción y atacar de fondo a los saqueadores del erario estatal. Con su estandarte –usado también por su padre cuando fue mandatario estatal- de que nadie puede estar por encima de la ley, sentenció que quienes hayan cometido descalabros al patrimonio de los nayaritas deberán de pagar su osadía enfrentando las herramientas de la ley y la justicia.

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Bien documentado e informado, Echevarría García desglosó en buena parte de su mensaje inicial como Ejecutivo Estatal, uno a uno los rubros en donde los amantes de lo ajeno metieron la mano para apoderarse del dinero destinado a los nayaritas en materia de salud, educación, el campo y en lo correspondiente a las familias. Molesto, apuntó que no se permitirá que por ese saqueo perpetrado por servidores del gobierno anterior muchos nayaritas hayan perdido la vida a consecuencia de un mal sistema de salud y otros carezcan de lo necesario simple y sencillamente porque los recursos jamás llegaron a su destino final. El Seguro Popular, los hospitales y la carencia de medicamentos, por un lado, y la ausencia de becas y estímulos para maestros y alumnos de sistemas escolares, subsistemas, o instituciones de educación superior, fue lo más señalado. Deudas por todos lados. Falta de pagos en contra de trabajadores, maestros, suplentes en los hospitales y proveedores, forman parte de ese catálogo de robos.

Firme, AEG hizo suyos los anhelos del pueblo y se apoderó de los deseos de la sociedad  para que  impere la justicia y que los saqueadores o malos funcionarios sean castigados con todo el rigor de la ley. Puertas, ventanas, jarrones y enseres de cocina, son el mal ejemplo de que todo se llevaron de la Casa de Gobierno, la cual dejaron ‘pespelaca’, totalmente saqueada, reflejo vil de la situación general en el estado.

Nadie por encima de la ley representa justicia y no venganza, porque lo que el pueblo desea es que quienes lo agravian y lo dañan, sean sujetos al estricto procedimiento que marca la Constitución. Llegará, en momento, el tiempo de que cada quien pague lo que debe y no todo permanezca en buenos propósitos o simples anhelos.

Dijo Echevarría mucho de lo que la gente quería escuchar, poniéndose del lado de las familias, de los agraviados, de los humillados y de los olvidados de un gobierno (el anterior) caracterizado por  el desorden, la irresponsabilidad y la corrupción, según se señala en todos lados.

Causa desaliento que un gobierno, el que encabezó Roberto Sandoval, se despida en tan mala forma: en desorden, en medio de una crisis de gobernabilidad y en su economía, carente de credibilidad y totalmente descalificado.

En tanto, llega un gobierno impulsado por el bono democrático de los votos, apoyado por la mayoría de los nayaritas y que porta la esperanza de la gente para fomentar las verdaderas transformaciones del estado. Tiene el tiempo suficiente Antonio Echevarría García para aplicar su estilo de gobierno, su tónica administrativa y su visión para cambiar lo mal hecho y enderezar lo torcido. Sus propuestas son viables y sus intenciones buenas, hasta entregar su salario para becas de nuestros niños y jóvenes, impulsar a los emprendedores, ayudar a la Universidad Autónoma de Nayarit y garantizar que los saqueadores de las instituciones, incluyendo la UAN, sean castigados y puestos a buen recaudo en el sistema carcelario.

División de poderes, generación de empleos, racionalización del gasto cero cuchupos y mordidas para otorgar obra pública, transparencia, honestidad y muchas cosas más, quedaron en abanico de propuestas que dio a conocer en el Teatro del Pueblo.

Pese al dolor de lo que ocurre en México por el terrible movimiento telúrico de este 19 de septiembre, estamos conscientes que el reloj de la historia avanza en Nayarit y que deberemos tener fe de que llegan buenos tiempos para todos.

SALUDOS.

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