El médico Juan Manuel Mejía, jefe de los servicios médicos del equipo Jaguares de Chiapas, aseguró que en el caso del dopaje de Julio Nava (suspendido ocho meses) “no fue negligencia, sino un descuido”, y tras haber presentado documentos en su defensa, indicó que está a la espera del dictamen de la Comisión Disciplinaria, que también podría dictaminar algún castigo en su contra.
El galeno, quien participó este lunes en la reunión de médicos de los equipos de futbol, celebrada en la sede de la Federación Mexicana de Futbol, recibió manifestaciones de apoyo de sus colegas, y defendió su trayectoria “sin mancha” de 19 años en equipos como Veracruz, Atlante, de segunda y tercera división, así como en la liga de Ascenso.
Explicó que cuando le fue suministrada la sustancia betametasona a Nava, en noviembre, por un dolor en la espalda, él estaba en Guadalajara en un congreso médico (exhibió el diploma). No obstante, defendió al médico Ariel Rojas, quien inyectó a Nava, pues éste lo apoyaba atendiendo casi gratis a numerosos jugadores de fuerzas básicas.
Otro tema abordado fue sobre los golpes con traumatismo craneoencefálico, como el que sufrió en la fecha 8 Oribe Peralta, quien quedó noqueado en la cancha del estadio Azteca, fue atendido al margen del campo y regresó a continuar jugando, aunque más tarde el delantero dijo que no recordaba nada. “Lo que se dijo es que, independientemente de si el jugador muestra signos de estar recuperado, lo mejor es ya no permitir su reingreso a la cancha para evitar algún daño mayor”, expresó Mejía a la salida de la reunión.
