Este deportista proviene de una familia con baja solvencia económica, requiere de patrocinadores para su deporte favorito
El niño Bryan Sandoval, oriundo de Sayulita y de escaso 12 años, es campeón nacional de surf en la categoría “Children Boy”; es un estudiante que acaba de cursar el primer año de secundaria y su competidores mundiales lo ven como un talento prospecto para figurar con más nivel y calidad.
Este deportista proviene de una familia con baja solvencia económica, requiere de patrocinadores para su deporte favorito, que es el surf, sin embargo, su esfuerzo, dedicación y disciplina le han permitido ser partícipe de grandes eventos, donde ha demostrado el talento obtenido con la práctica diaria.
El deporte del surf es muy caro, las tablas, que es el principal motor o herramienta de trabajo, tienen altos precios, por ejemplo, una tabla de surf tiene un costo de alrededor de 600 dólares, equivalente a más de 12 mil pesos.
No obstante ese gasto inversión, es necesario comprar el equipo deportivo, como son short, playeras, licras, bloqueadores, sandalias y la alimentación es indispensable; por olas, quienes viven en Bahía de Banderas no tienen de qué preocuparse, son de lo mejor y como Bryan vive en Sayulita, aprovecha esta riqueza natural del destino.
Su instructor Giovanni Pérez dijo haber vivido la experiencia de que muchas de las veces los padres no tienen el recurso para ayudar en este deporte a su hijos, sin embargo, sus talentos hacen que se les ayude, como ha ocurrido con la escuela de surf de Sayulita, donde conjuntamente con el respaldo de los padres de Bryan, se trabaja para que el niño se mantenga practicando el deporte.
Bryan recordó que logró obtener su primer tabla para la práctica de su deporte, gracias a que se la regaló un niño extranjero que visitó Sayulita; el año pasado, al dar a conocer Bryan que nunca había tenido una tabla diseñada especialmente para él, un ciudadano de Baja California, Rodrigo Orozco y Giovanni Pérez, instructor de la escuela de surf de Sayulita, lograron comprarle su primer tabla personalizada.
Hoy las puertas se siguen tocando y los frutos empiezan a reflejarse, pequeños o medianos empresarios, así como deportistas de surf, ven esperanza en Bryan y se busca que siga avanzando en este deporte que requiere de mucha disciplina, condición, porque hay que estar remando siempre contra la marea.
Es un deporte extremo, peligroso, porque es deslizarse sobre las olas, sin embargo, no deja de ser un deporte padre, del que muchos disfrutan y sienten que el mar es como un psicólogo, que les alivia y los cura.
Finalmente, Bryan hizo un agradecimiento a sus padres por el respaldo que ofrecen para que pueda seguir practicando, disfrutando y participando en eventos de surf, donde el sueño es representar a Nayarit, darle esa imagen deportiva a Bahía de Banderas, poniendo en alto el nombre de Sayulita, donde sus olas son un paraíso.