Debido a la pandemia por Covid-19, las regiones norte y sur del país registrarían las caídas más pronunciadas en su actividad económica en el segundo trimestre del año, de acuerdo con el Reporte sobre las Economías Regionales del Banco de México (Banxico).
El estudio señala que las afectaciones de la pandemia abarcaron dos puntos: en la oferta, ya que se aplicaron restricciones a diversas actividades económicas, se clasificaron como no esenciales por las autoridades, y la demanda, puesto que el comportamiento de la población se vio alterado por las medidas de confinamiento social
En conferencia de prensa virtual, el director general de Investigación Económica de Banxico, Daniel Chiquiar Cikurel, explicó que para la identificación de afectaciones y la elaboración del análisis recopilaron las opiniones de empresarios por medio de entrevistas, que se realizaron entre el 22 de junio y el 16 julio.
El reporte señala que en el segundo trimestre del año, la actividad económica en el norte del país (conformado por Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas) caería -19.3% -variación trimestral desestacionalizada -, en el sur (Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz, y Yucatán) -16.6%, en el centro (Ciudad de México, Hidalgo, Guanajuato, Estado de México, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala) -15.2 % y en el centro norte (Aguascalientes, Baja California Sur, Colima, Durango, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Sinaloa, San Luis Potosí y Zacatecas) -12.8 por ciento.
En ese sentido, Daniel Chiquiar detalló que si bien todas las regiones presentaron afectaciones, se puede identificar que las que presentaron un mayor impacto son las que concentran en sus territorios, en mayor medida, las actividades relacionadas con comercio, construcción, manufacturas, minería y turismo, ya que fueron los sectores que presentaron mayores caídas por ser declarados como no esenciales.
Precisó que para el norte la afectación se agravó porque la mayoría de sus actividades manufactureras fueron clasificadas como no esenciales en la emergencia sanitaria, “resintió el hecho de que su producción manufacturera está más especializada en aquella declarada en un inicio como no esencial, como la industria automotriz”.
También, a pesar de que después se declaró al sector automotriz como actividad esencial, la industria de la región norte se siguió viendo lastimada porque hubo una suspensión de pedidos, principalmente de Estados Unidos y Europa.
Por su parte, la región sur presentó un comportamiento distinto, ya que si bien la cadena de valor que componen las actividades manufactureras de esta región fue clasificada como esencial, las afectaciones se registraron por el lado de la demanda.
“La caída en la actividad turística y en los servicios de preparación de alimentos, así como cambios en los patrones de consumo asociados a la pandemia, afectaron la demanda que enfrenta la industria alimentaria, en particular, destacaron un menor procesamiento de carne y de café”, se lee en el análisis.
A su vez, la producción de materiales metálicos para la industria energética se vio afectada por la disminución de las actividades de exploración y producción de hidrocarburos en Estados Unidos y México, en el contexto de una caída en la demanda de petróleo a nivel internacional.
En minería, las afectaciones en el norte y en el sur resaltaron por la baja en la demanda internacional de hidrocarburos, que derivó en una acumulación de inventarios y una disminución en los precios del petróleo, lo cual también inhibió la inversión en el sector.
Por otro lado, lo que afectó a la construcción en la región norte fue el cierre parcial o total de actividades por parte de las dependencias públicas que regulan o prestan servicios necesarios para el desarrollo de la industria de la vivienda.
Postergación de proyectos
Además, la incertidumbre económica generada por la pandemia derivó en la postergación, e incluso cancelación, de proyectos de inversión, especialmente en el comercio, los servicios y el sector energético. “En el sur destacaron la suspensión de obras en los sectores agroindustrial y comercial como consecuencia de la emergencia sanitaria. Asimismo, la postergación, o incluso cancelación, de nuevos proyectos de infraestructura turística en Quintana Roo y de obras relacionadas con el sector minero en Guerrero”.
Chiquiar Cikurel refirió que la contracción del comercio reflejó el efecto de las medidas implementadas para contener la pandemia, en particular con el cierre de establecimientos comerciales designados como no esenciales.
La región norte, al igual que el resto del país, presentó pérdida de empleos, deterioro del poder adquisitivo de las familias y un menor consumo; en el sur también el comercio resultó en mayor medida afectado por la dependencia hacia el turismo.
“En el sur, por su parte, la evolución de las actividades no manufactureras, en específico el turismo, explica en buena medida la contracción que se anticipa se habrá observado en esa región del país en el segundo trimestre del año”, reiteró.
Diferencias
No obstante que las caídas se concentraron en estas regiones, el directivo de Banxico precisó que el Covid-19 ha afectado a todo el país, pero de manera diferenciada, esto en función a la participación en aquellos sectores que han resentido en mayor medida el impacto de los choques de oferta y demanda derivados de la emergencia sanitaria.
Dijo que otro factor que se debe tomar en cuenta es que las regiones que fueron más estrictas en la aplicación de medidas sanitarias, tuvieron mayor impacto en sus actividades económicas.
“A nivel regional, se estima que en el trimestre que se reporta la actividad económica en las cuatro regiones haya mostrado una disminución significativa y generalizada entre los sectores que la integran”, mencionó.