(Primera de dos partes)
Localización
El territorio ocupado por el grupo cora abarca la porción noreste del estado de Nayarit; por el norte limita con el estado de Durango, donde habitan los tepehuanos y algunos mexicaneros; por el oriente hasta los límites de Jalisco habitado por huicholes y mestizos; al sur con los ríos Jesús María y Chapalagana hasta el río Santiago, y por el oeste con la localidad de San Pedro Ixcatlán y el río San Pedro. La población cora se concentra en los municipios del Nayar, Acaponeta, Rosamorada y Ruiz, en el estado de Nayarit. Los principales pueblos son: Jesús María, Mesa del Nayar -centro ceremonialy Santa Teresa. Los coras de la costa habitan principalmente en el municipio de Ruiz.
Antecedentes históricos
La conquista de la sierra del Nayar por parte de los españoles fue difícil. Era el único territorio que en el siglo XVIII aún no era sometido. La primera expedición para llevar a cabo la conquista se realizó en 1592. En 1612 hubo una sublevación contra los españoles en la cual participaron coras, tarahumaras y tepehuanes. En 1720, los coras enfrentaron graves problemas: una gran sequía provocó la escasez de comida y el brote de epidemias, lo cual propició que organizaran asaltos a poblaciones circunvecinas como Acaponeta, Centispac y Aztlán; al ser derrotados se les cerró el paso a la costa de Nayarit, de donde se abastecían de sal, elemento sagrado que se utiliza en los rituales coras.
Finalmente, son invadidos y conquistados en 1722. Los coras huyen hacia la sierra y se impone a la población una nueva organización político-religiosa en donde se nombraban gobernadores, tenanches, alcaldes y fiscales que atendían el culto de los templos cristianos.
A raíz de las Leyes de Reforma, el siglo XIX fue escenario de numerosas sublevaciones en territorio de los indígenas quienes demandaban la restitución de sus tierras. En este contexto surgió un movimiento que abarcó los estados de Nayarit, Jalisco, Zacatecas, Durango y Sinaloa, uniendo a coras, huicholes, mexicaneros, tepehuanos y campesinos mestizos. Durante la Revolución mexicana, la región del Nayar se adhirió a la fracción villista, aunque más tarde los coras se unieron a las tropas carrancistas. Los coras participaron en la rebelión cristera, primero a favor y luego en contra de este movimiento que fue el último levantamiento armado de principios del siglo XX.
Lengua
La lengua hablada por este grupo es la cora, la cual pertenece al tronco lingüístico yutoazteca y está emparentada con el náhuatl. Es común que los coras utilicen su lengua para comunicarse entre sí, aunque también emplean una mezcla de esta misma lengua, español moderno y expresiones de español antiguo al que denominan “castilla”.
Salud
Los coras piensan que la enfermedad pertenece al ámbito de lo sobrenatural, por lo tanto ésta llega cuando los dioses y los espíritus están enojados porque no han recibido las ofrendas correspondientes (flechas, algodón, jícaras con pinole) o no se ha cumplido con la costumbre.
Los curanderos o médicos tradicionales tienen la capacidad de curar o provocar enfermedades ya que tienen como aliados a los dioses y a los espíritus, y pueden transitar entre el mundo natural y el sobrenatural. Lo anterior no significa que en sus prácticas no utilicen medicamentos alópatas u otros elementos relacionados con la medicina institucional, pero las medicinas no surten efecto si antes el hombre cora no ha arreglado cuentas con los dioses.
Entre la población es frecuente la desnutrición, las enfermedades de la piel y las gastrointestinales, en parte debido a la escasez de agua, tanto potable como no potable.
Vivienda
En Jesús María ¾pueblo que se encuentra a orillas del río del mismo nombre las casas de los coras son de adobe con techo de teja y de ladrillo. En general, la vivienda cora consta de dos cuartos, uno utilizado como recámara y el otro como cocina que es donde se encuentra el fogón. Las casas de los indígenas cuentan con patios con bardas de piedra donde cultivan árboles frutales y algunas hortalizas. Ocasionalmente, en los patios también se prende el fogón de barro para cocinar los alimentos del día.
Artesanías
La artesanía es escasa y su comercialización se restringe a la propia región cora. La más representativa son los morrales de lana, algodón o fibras sintéticas; estos últimos hechos por lo regular para la venta. Los colores que suelen tener son negro con blanco, o bien combinaciones vistosas y contrastantes.
Otros artículos artesanales coras son los huaraches de piel con suela de llanta y los sombreros de yute, producidos en Santa Teresa.