Nuevo plan de la SEP busca «regresar» la comida chatarra a las escuelas

En caso de que esta iniciativa avance, la presencia de la industria de alimentos altamente procesados se mantendría en los entornos escolares

Una propuesta impulsada por la Secretaría de Educación Pública (SEP) podría suavizar las restricciones impuestas a la venta de productos ultraprocesados en planteles educativos de México, abriendo la puerta a una revisión de la normativa vigente.

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Según información obtenida por Proceso, el equipo del titular de la SEP, Mario Delgado, elaboró un documento en el que se plantea modificar los lineamientos establecidos el 30 de septiembre, último día del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, los cuales prohibieron la comercialización y distribución de alimentos considerados chatarra en todas las escuelas del país:

“Modificar algunos de los lineamientos adoptados el pasado 30 de septiembre… que prohibieron la venta o distribución de comida chatarra en todas las escuelas del país”, indica el medio sobre el contenido de la propuesta.

El documento también menciona que el objetivo de los cambios es “definir con mayor claridad la participación de las autoridades sanitarias en el marco de sus competencias y con ello delimitar su actuación”, una frase textual citada por Proceso.

Uno de los puntos relevantes de la iniciativa es que, de ser aprobada, permitiría nuevamente la venta de ciertos alimentos y bebidas con sellos de advertencia en las cooperativas escolares, siempre que se usen como ingredientes en platillos preparados. Esto incluye productos como salsas, carnes frías, mayonesa, panes y bebidas consideradas ultraprocesadas.

Además, la propuesta contempla permitir el comercio de este tipo de productos en los alrededores de los centros escolares, mientras que en el caso de las universidades se eliminaría completamente la restricción. Otro de los ajustes significativos es que la SEP ya no tendría la obligación de verificar que no se vendan alimentos chatarra fuera de las instituciones educativas, limitándose únicamente a que estos productos no sean promocionados directamente.

Entre las demás modificaciones que contiene la propuesta de reforma destacan:

  • La eliminación de la obligación de ofrecer alimentos a precios por debajo de los del mercado general.
  • La reducción de responsabilidades para la Cofepris, que dejaría de estar a cargo de las inspecciones en planteles escolares.
  • Una disminución en las sanciones para proveedores o autoridades escolares que incumplan con los lineamientos.
  • La autorización para continuar con la venta de comida chatarra dentro de los planteles, siempre que no se realice publicidad de la misma.

En caso de que esta iniciativa avance, la presencia de la industria de alimentos altamente procesados se mantendría en los entornos escolares. Esto contrasta con el propósito inicial de la política adoptada en septiembre, la cual buscaba reducir las tasas de sobrepeso y obesidad entre niñas, niños y adolescentes en el país.

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