La CNTE, que escaló sus protestas después de que su líder fue encarcelado hace unos días, responsabiliza a la policía de dispararle a los manifestantes
El número de muertos por violentas protestas de maestros en el sur de México contra una reforma educativa se elevó a ocho, entre ellos un periodista, informaron el lunes las autoridades, en uno de los peores incidentes de este tipo durante el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
Seis personas murieron el domingo en Nochixtlán, en el sureño estado Oaxaca, y decenas quedaron heridas en medio de enfrentamientos entre manifestantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y policías federales y estatales, que dejaron incendios producto de enormes barricadas, autos quemados y daños a comercios.
Estos cuerpos de policía informaron el lunes que otras dos personas, incluyendo un reportero, murieron baleados en Juchitán, otra localidad donde el fin de semana se registraron bloqueos y manifestaciones en Oaxaca, uno de los estados más pobres de México y con mayoría de población indígena.
La CNTE, que escaló sus protestas después de que su líder fue encarcelado hace unos días, responsabiliza a la policía de dispararle a los manifestantes, mientras las autoridades dicen que fueron grupos infiltrados los que desataron la violencia.
El sindicato, que actúa separado del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) que es cercano al Gobierno, denunció que no ha podido localizar a más de 40 militantes que fueron detenidos por la Policía Federal y anunció que retomará el lunes sus movilizaciones.
“Lo que se vivió ayer fue realmente algo brutal, algo que no tiene nombre. Llegaron los de la Gendarmería, los de la PFP (cuerpos de Policía Federal) y ya iban armados y llegaron disparando, no mediaron palabra”, dijo a Reuters Miguel Zurita, dirigente de la CNTE en Oaxaca.
Ninguno de los muertos era profesor: Gobernador de Oaxaca
Luego de identificar los cuerpos de los seis civiles fallecidos el domingo, se descartó que fueran maestros, así lo informó el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué.