Las ampliaciones serán de alrededor de 12 mil 500 metros cuadrados en las áreas administrativas, técnicas y complementarias de cada prisión
El gobierno quiere ampliar las cuatro cárceles federales de alta seguridad más viejas, aunque a estas alturas ninguna tiene problemas de sobrepoblación e incluso una de ellas fue vaciada por completo a finales de 2015.
La Secretaría de Gobernación (Segob) registró en febrero pasado proyectos de inversión que suman 777 millones de pesos para ampliar instalaciones en los centros federales de readaptación social del Altiplano, en el estado de México; Occidente, en Jalisco, Noroeste, en Nayarit; y Noreste, en Tamaulipas.
Según los datos más recientes de la Comisión Nacional de Seguridad, de diciembre de 2015, los centros federales de readaptación social del Altiplano, Occidente y Noroeste ya no tienen sobrepoblación, mientras que el Noreste estaba vacío, luego de que a mediados del año pasado tenía 871 presos.
Las ampliaciones serán de alrededor de 12 mil 500 metros cuadrados en las áreas administrativas, técnicas y complementarias de cada prisión, salvo el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número Cuatro, Noroeste, que es por mucho el de mayor capacidad y será ampliado en 14 mil metros cuadrados.
De hecho, la capacidad del Cefereso Noroeste creció dramáticamente entre julio y diciembre de 2015, al pasar de dos mil 670 lugares a tres mil 794, un aumento de 42 por ciento.
En julio de 2015, la situación de los centros federales de readaptación social más viejos contrastaba con la de ocho de más reciente construcción, algunos de seguridad baja y media, así como la del Complejo Penitenciario de las Islas Marías, donde abundaban los lugares vacantes.
Estas cárceles, algunas de ellas operadas parcialmente por las empresas privadas que las construyeron, tienen capacidad para 17 mil 36 internos, cinco mil 556 de ellos en las islas Marías, pero sólo 10 mil 11 lugares estaban ocupados.
La situación cambió radicalmente en los meses subsecuentes. El reporte de diciembre indica que no hay una sola cárcel federal con sobrepoblación, al haberse distribuido buena parte de los reos a los centros federales de readaptación social en Chiapas, Oaxaca, Morelos y Durango, así como a las cárceles Oriente, Norte y Norponiente.
El penal del Altiplano, escenario de la fuga más reciente del Chapo Guzmán, es el que está más cerca de su tope, con 834 presos para 836 lugares disponibles.