Tras siete horas de deliberaciones se dictaminó esta condena, inferior a la solicitud de la Fiscalía que pedía 26 años y tres meses.
Un tribunal italiano condenó a 16 años de cárcel al excapitán Francesco Schettino, al considerarle culpable del naufragio del crucero Costa Concordia en enero de 2012, en el que murieron 32 personas.
Tras siete horas de deliberaciones, Giovanni Puliatti, presidente del colegio de jueces, dictaminó esta condena inferior a la solicitud de la Fiscalía, que pedía 26 años y tres meses de cárcel.
Schettino rompió en llanto durante la última audiencia del juicio que investiga la tragedia, en la que perecieron 32 personas.
El excapitán, único imputado de este proceso, pronunció un alegato final espontáneo, en el que no pudo contener las lágrimas.
Quiero decir, quizá no he sido comprendido, que el 13 de enero del 2012 en parte también morí yo. Desde el 16 de enero ha sido ofrecida mi cabeza con la equivocada convicción de salvar intereses económicos”, afirmó visiblemente emocionado.
Schettino dijo que es difícil definir como “vida” lo que está pasando y se dirigió a los medios de comunicación que, según él, “han caído en la trampa -si bien no todos- y han distorsionado la realidad de los hechos”.
He vivido en un circo mediático, es difícil definir como vida lo que yo estoy viviendo. La realidad ha sido distorsionada, alterada en sustancia y forma. Se ha ofrecido una imagen de mí al público que no es real”, criticó.
Y prosiguió: “Se ha dicho que no he tenido sensibilidad por no haber pedido perdón a las víctimas, y tampoco esto corresponde a la realidad. El dolor no tiene por qué ser exhibido, no lo he hecho porque el dolor demostrado puede ser instrumentalizado”.