Véritas Liberabit Vos
Por Daniel Aceves Rodríguez
La gesta independentista que inició aquel 16 de septiembre de 1810 y que ha quedado marcada en la historiografía nacional con el llamado Grito de Dolores dado por Don Miguel Hidalgo y Costilla responsable del curato de aquella ciudad y a la postre convertido en el capitán de los ejércitos sublevados en pos de una libertad ya añorada en esos convulsos años donde las ideas de la Ilustración y la Enciclopedia habían hecho mella en Europa sobre las mentes de connotados personajes intelectuales que al poco tiempo ya habían cruzado los mares y allende las fronteras incidido en futuros líderes de una América que emergía ya abriendo sus ojos a un mundo que le llamaba a continuar un camino por una senda propia y con un destino diferente.
Si ya la Revolución Francesa de 1789 había dado la pauta y abierto el camino a que las ideas francmasónicas de Libertad, Igualdad y Fraternidad hicieran caer el poder monárquico frente a la fuerza de la sociedad, la invasión francesa por parte de Napoleón a España en 1808 generó en el virreinato una severa crisis política que vino a catapultar aquellos deseos libertarios que de manera conspirativa se venían fraguando ya en una Nueva España con personajes como Francisco Primo de Verdad o Melchor de Talamantes; igual en todos aquellos que incitados por los contenidos ideológicos en boga y las noticias que venían del viejo mundo donde se conocía que el Rey Fernando VII era hecho preso en Bayona por las huestes napoleónicas que habían instalado en el trono a José Bonaparte conocido como “Pepe Botellas” y estaba en marcha la aprobación de la Constitución liberal de Cádiz, fundamentaban un nutritivo caldo de cultivo que venía a exacerbar ese espíritu libertario que fraguado a la sombra de conspiraciones que bajo la apariencia de saraos o reuniones sociales iba tomando forma y abatiendo conciencias.
El Grito de Dolores que es la pauta externa al saberse descubierta la conspiración de Querétaro puso en marcha un movimiento que sería el inicio de la gesta independentista, movimiento que duraría hasta el 21 de marzo del siguiente año cuando los principales protagonistas fueron hechos prisioneros en un paraje conocido como Acatita de Baján una población localizada entre Coahuila y Texas después de sufrir una dolorosa derrota en tierras tapatías en la Batalla de Puente de Calderón de la cual habían partido pretendiendo llegar a la Alta California para buscar pertrechos y continuar la lucha, lucha que ya no pudo seguir puesto que siendo aprehendidos fueron conducidos a Mapimí Durango y de ahí a Chihuahua donde son enjuiciados y condenados a muerte por el delito de alta traición, en la plaza principal Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Jiménez son acribillados por la espalda el 26 de junio, no así Hidalgo cuyo proceso duró hasta el 30 de julio día en que fue fusilado y al igual que sus otros tres compañeros degollados, sus cabezas enviadas a Guanajuato, en sendas jaulas de hierro que fueron colocadas en cada esquina de la mítica Alhóndiga de Granaditas y exhibidas como escarnio y vituperio por más de 10 años.
Derivado de esta gesta heroica una vez concluida la Independencia se emitió en 1823 un decreto donde se les otorga y designa beneméritos de la Patria en grado heroico a Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama, Mariano Jiménez, José María Morelos y Pavón, Mariano Matamoros, Leonardo y Miguel Bravo, Hermenegildo Galeana, Francisco Xavier Mina, Pedro Moreno, Víctor Rosales y Mariano Abasolo ( todos ellos, a excepción del último muertos en combate o ejecutados por los realistas), llama la atención la figura de Abasolo ya que a pesar de ser capturado junto con los jefes insurgentes fue el único en no ser sentenciado a muerte a pesar de ser enjuiciado y demostrarse su participación, es el único que se libró de la saña realista sobre los insurgentes, y en lugar de tener una muerte cruel, falleció de fiebre cinco años después en una celda del Castillo de Santa Catalina allá en el legendario puerto de Cádiz en España, una situación un tanto sorprendente que ha cubierto la figura de este enigmático personaje que sigue generando dudas o diferentes opiniones sobre cual fue sus verdadera participación en este movimiento así como la influencia decisiva que al respecto tuvo su esposa Manuela Rojas Taboada.
Abasolo pertenecía a una familia cuyo padre venido de España pudo hacerse de ingentes negocios que lo llevaron a tener cierto acomodo social; junto a su esposa logró situarse en una posición de apoyo en obras sociales en Dolores Guanajuato lugar del que era cura el Padre Hidalgo además de unirse al grupo de Dragones de la Reina destacado regimiento que le derivó aún más reconocimiento; así podemos intuir que Mariano pudo vivir una infancia tranquila y sin privaciones, muy joven se casó con Manuela Rojas Taboada hija de otro español con importantes relaciones sociales.
Mucho se ha comentado de que Ignacio Allende invitó a Abasolo con la intención de demostrar que la clase social alta también apoyaba los intentos de independencia, por lo que las crónicas no hablan poco de la participación de Abasolo en las reuniones de Querétaro o en el histórico momento del 16 de septiembre, solo se sabe que ese día en la mañana se le pidió abrir la alacena del cuartel y apoyar en el desayuno para los españoles encarcelados.
Imbuido por el espíritu libertario comulgó con las primeras acciones pero se dice que viendo la saña con la que los insurgentes trataban a los españoles puso en tela de juicio su proceder dado la cercanía que tenía tanto su familia como la de su esposa con prósperos peninsulares; ya no pudo enmendar su decisión y las situaciones lo colocaron dentro del grupo insurgente al cual se integró días después de que salieron de Dolores presentándose junto con su madre, esposa e hijo, situación que no convenció a Hidalgo y Allende que dejaron bajo resguardo a las mujeres y al niño y Abasolo continuó con ellos en su avance de donde poco se sabe de su participación bélica, fue hasta Guadalajara donde de nuevo lo alcanzó su esposa y hay referencias que aprovechando ciertas situaciones apoyaron a muchos españoles para que pudieran liberar sus bienes o no ser ejecutados.
Al ser aprehendidos en Acatita de Baján Abasolo se encontraba ahí junto a los principales caudillos, conducido a Chihuahua fue el único que no es condenado a muerte, mucho se debe a la intervención de su esposa que reunió pruebas de como Abasolo se había conducido con una actitud más humanitaria; no quedó libre, pero si confiscados sus bienes y condenado a 10 años de prisión, de los cuales solo resistió la mitad muriendo lejos de México aquejado de una enfermedad el 14 de marzo de 1816.