Los cuerpos técnicos buscaron apagar los ánimos, pero en la búsqueda también tuvieron algunos roces con sus homólogos.
El juego de ida entre América y Cruz Azul terminó de manera candente entre los jugadores de ambas escuadras, quienes se tiraron empujones.
En la última jugada de peligro celeste, cuando faltaba minuto y medio de juego, Édgar Méndez colocó su disparo en el travesaño de las Águilas.
Al mismo tiempo, Agustín Marchesín observó que, a su entender, uno de los jugadores de Cruz Azul aprovechó para golpear a Guido Rodríguez.
Ante esto, salió disparado, junto con Aguilera a reclamar al árbitro por el encontronazo. Después se acercó al cuarto silbante para recriminarle la jugada, dejando incluso su portería aunque el partido aún se jugaba.
Al estar junto a la banca de Cruz Azul, el preparador de la Máquina le hace la seña de que se vaya a su portería y no les reclame a ellos.
Al final del juego él va a encarar al preparador y es cuando todos se meten para que no llegue al preparador
Marchesín aumentó su molestia y la llegada del cancerbero celeste Jesús Corona encendió nuevamente los ánimos, así como la intervención de otros jugadores.
Los cuerpos técnicos buscaron apagar los ánimos, pero en la búsqueda también tuvieron algunos roces con sus homólogos.
Al final los comisarios de la Liga Bancomer acabaron con la disputa y ambas escuadras acabaron con la gresca.