Véritas Liberabit Vos

Por Daniel Aceves Rodríguez

Sobre Política se puede hablar y escribir mucho, sobre todo en la praxis de la misma, la historia del mundo no se podría explicar y analizar en su justa dimensión sin tomar en cuenta su poderosa intervención; su nexo con el ejercicio del Poder, Liderazgo, dominio y control pueden considerarse como términos incluidos en él, por ello a pregunta expresa por parte de unos alumnos  en una clase actual, que me propongo dar una breve semblanza de este importante término.

Se ha escrito mucho sobre el concepto de política, definiciones van y vienen, muchas de ellas cargadas de opiniones o formas de sentir o vivir, pero como lo dirían los grandes eruditos de la materia, hay que ver que de esto dicen los clásicos, hay que hurgar un poco en la historia para encontrar las bases teóricas de lo que hoy es la práctica, y así nos remontaremos al gran filósofo griego Aristóteles nacido en Estagira Grecia (384 – 322 a.C) quien en su obra “La Política” nos brinda las bases filosóficas de esta importante acción del hombre.

La política en su sentido estricto Aristóteles la define como El arte del buen Gobierno, un buen gobierno es aquel que procura y realiza el fin político y este no es otro que el Bien común, y conforme a si se cumple o no con el bien común, las formas de gobierno las clasifica el Estagirita como le nombraba siglos después Santo Tomás de Aquino en formas puras, si lo cumplen y formas viciadas si no cumplen con el bien común.

Las formas de gobierno establece son medios y no fines en sí mismas, y esto es bueno recordarlo ahora en que se hacen uso de los medios como si fueran fines. Pudiéramos creer que Aristóteles escribe su obra La Política como resultado solo de abstracciones ya que ese era su método de observar primero la realidad para analizarla y así extraer de ella sus conceptos, ideas y conclusiones, aparte de que nunca ejerció un cargo público, pero esto no es así, su obra fue enriquecida por las constituciones de casi un centenar de pueblos que su discípulo Alejandro Magno le envió de los territorios por él conquistados, conformando así una obra la cual marcó para la historia las bases más importantes para la dirección de los pueblos.

Aristóteles establece que entre las formas de gobierno puras está La Monarquía gobierno de uno para el bien de todos, otros pueblos son gobernados por una Aristocracia, el gobierno de pocos para el bien de todos y finalmente está la Democracia gobierno de muchos para el bien de todos, cada una de ellas de acuerdo a sus bases, de acuerdo a sus estructuras deben estar al servicio para el bien común.

Sin embargo nos menciona el autor, todas las formas puras tienden a ser viciadas por los hombres y así la Monarquía cuando no gobierna para el bien de sus dirigidos nos da la peor forma viciada que es la tiranía porque la corrupción de lo mejor, da lo peor. Si la aristocracia se vicia da la Oligarquía casi siempre de forma plutocrática y si la democracia se vicia nos da la demagogia.

Por esta razón y sabiendo la posibilidad de que el hombre se deje llevar por otros deseos, sugiere una forma mixta para la monarquía, un consejo de ministros para la aristocracia y senado para la democracia, no sin antes mencionar que si bien el gobierno  es aquel que procura a todos los ciudadanos el goce de la más perfecta felicidad, no elimina la actitud y la parte medular que a cada ciudadano le corresponde, ya que este es parte vital del desarrollo del buen gobierno.

Para Aristóteles el Estado más perfecto es aquél en el cual cada ciudadano puede, gracias a las leyes, practicar lo mejor posible la virtud y asegurar su felicidad, adoptando el camino que le parezca mejor, así, algunos se dedicarán a la política y otros a la filosofía o a una actividad determinada.

 La felicidad sólo se encuentra en la actividad, pues sólo en ella se realiza la virtud, por lo cual es un error preferir la inacción al trabajo, siendo por lo tanto la actividad el asunto capital de la vida y una responsabilidad del ciudadano para con sus gobernantes.

Esta es la expresión resumida de la sabiduría política de este gigante de la filosofía, donde sentó las bases para que después este concepto se desarrollará en la cronología de la Historia.