El presidente del Comité Olímpico Mexicano reveló los increíbles protocolos en Tokio, aprovechando su liderazgo en tecnología.
Tokio 2020 será la edición más tecnológica en la historia de los Juegos Olímpicos, no solo porque Japón es un país a la vanguardia en este rubro, sino porque la pandemia obligó a que se endurecieran los protocolos de control.
Todos los atletas y miembros de las diferentes delegaciones olímpicas llevarán un brazalete que monitoreará cada uno de sus movimientos, para evitar que rompan los protocolos de estadía en la Villa Olímpica y sus respectivas sedes de competencia.
«Habrá muchas sorpresas de orden tecnológico, muchas de ellas para controlar que la pandemia no se propague en Japón por la burbuja que va a existir y a todos los atletas les pondrán un brazalete que nos tiene perfectamente identificados con el GPS y también los datos biométricos”, contó el presidente del Comité Olímpico Mexicano, Carlos Padilla, a Mediotiempo.
“Si detectan algo, de inmediato van a saber dónde se encuentra ese atleta, lo localizan y lo atienden. Ese brazalete servirá para que no rompan el cerco sanitario y quien lo haga será inmediatamente detectado, se le retira la acreditación y ya no podrá competir. Solo así se podrá controlar el tema de la salud de una manera tan rígida».
Una de las reglas impuestas por el Comité Organizador y el gobierno nipón es que todos los deportistas deberán estar en el país al menos cinco días previo a su competencia y una vez que finalicen tendrán 24 horas para abandonar el país, invitándolos a evitar actividades turísticas en cualquier zona de la isla.
“Las instalaciones para recibir los Juegos Olímpicos están al cien por ciento desde el 2019, un año antes de las competencias (en el calendario original). He tenido la oportunidad de viajar a Japón y conozco la disciplina, seriedad y honor con el que ellos se mueven. Van a ser uno de los mejores Juegos, si no es que los mejores que hayamos conocido».
En cada edición de los Olímpicos se realiza una campaña sobre la educación sexual y prevención de enfermedades para los atletas. En Río 2016 se repartieron 450 mil preservativos para los 10 mil 500 atletas que se dieron cita, es decir, 42 condones para cada uno, una cifra récord pues en Londres 2012 se distribuyeron 15 por cada competidor; sin embargo, la situación de la pandemia, en conjunto con la disciplina japonesa, llevará a que la convivencia entre atletas en la Villa Olímpica sea muy limitada.
«Se va a modificar eso también porque estábamos acostumbrados a que todos los atletas conviven dentro de la villa y era muy bonita y por muchos días, pero ahora ya no», agregó Padilla.