El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, quien renunció al cargo esta madrugada, llegó a los tribunales para someterse a la Justicia por las denuncias de corrupción en su contra
Pérez Molina llegó al lugar sobre las 8:40 hora local para presentarse ante el juez Miguel Ángel Gálvez, del Juzgado B de Mayor Riesgo, quien tiene bajo su cargo el proceso abierto a la red de defraudación aduanera conocida como «La Línea».
El Ministerio Público (MP-Fiscalía) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), un organismo de la ONU, acusan a Pérez Molina de liderar «La Línea», un caso por el que ya está en prisión preventiva a la ex vicepresidenta Roxana Baldetti, quien renunció en mayo pasado.
Voy en una desventaja porque ellos tienen toda la intención de destruirme», dijo Pérez Molina a radio Sonora es la Noticia, antes de presentarse ante la justicia, en referencia al MP y la Cicig.
Pérez Molina hizo un llamado al juez para que no se deje manipular ni presionar «ni por los medios ni por las instancias extranjeras ajenas al país».
El presidente, que fue despojado de su inmunidad esta semana y tiene orden de arraigo (prohibición de dejar el país), acusó al MP y la Cicig de buscar «protagonismo» con su caso.
Ese no es el papel de una fiscal ni de un juez, y lo estoy diciendo aun cuando me tengo que enfrentar con ellos (…) no sé qué le han ofrecido, a qué aspira, creo yo que no debe ser el papel de los verdaderos jueces», dijo el presidente.
Pérez Molina sostuvo que no va a «huir», que enfrentará el proceso judicial y que tomó la decisión de renunciar al cargo después de que el Congreso lo despojó el pasado lunes de la inmunidad por los indicios que hay en su contra de dirigir la red de defraudación.
«Yo me siento tranquilo de responder, dar la cara ante esa situación que se están haciendo, yo considero injusta la acusación», añadió.
«Yo sigo creyendo en el debido proceso» y «le estoy diciendo al pueblo que es lamentable esta situación que se está viviendo pero voy a dar la cara», manifestó.
Pérez Molina se convirtió en el primer presidente de Guatemala en ser desaforado.