Una cena que ha generado gran expectación sin embargo ha sido privada por lo que no se han podido obtener imágenes del interior del festejo.
Siempre se ha dicho que la reina Isabel II ha sido una madre fría con sus hijos, sin embargo ayer pareciera que quiso compensar a su hijo mayor y heredero con una gran fiesta en el Palacio de Buckingham por su 70 aniversario.
Una cena que ha generado gran expectación sin embargo ha sido privada por lo que no se han podido obtener imágenes del interior del festejo.
La cita era a las 8 pm y poco a poco fueron llegando los invitados, una de las primeras invitadas en aparecer fue la reina Rania de Jordania de 48 años, quien iba ataviada con espectaculares joyas de brillantes y pelo suelto. Iba sola sin su marido, el rey Abdalá que no pudo acompañarla. La princesa Beatrice de Holanda asistió en representación de su hijo, el rey Guillermo casado con la reina Máxima. Los actuales soberanos holandeses no pudieron ir debido a que son anfitriones del Presidente de Austria que se encuentra de visita oficial en los Países Bajos.
Los que no quisieron perderse la cena fueron los reyes Felipe y Matilde de Bélgica quien llevaba un espectacular juego de perlas y diamantes. Ellos cumplieron el pasado septiembre 5 años de haber llegado al trono.
Los príncipes herederos, Federico y Mary de Dinamarca, también fueron otros invitados de lujo. Mary iba ataviada con unos espectaculares pendientes y un vestido asimétrico.
Aunque se había dicho que sería el rey emérito Juan Carlos quien representaría a la Casa Real española, al final fue la reina Sofía quien lo hizo acompañada de su hermana, la princesa Irene de Grecia. Los reyes Felipe y Letizia se encuentran de viaje oficial a Perú.
Alberto de Mónaco apareció solo, sin su esposa, la princesa Charlene, quien se encontraba también de visita oficial en Francia con sus dos hijos pequeños Jacques y Gabriela que hicieron las delicias del presidente Emmanuel y Brigitte Macron.
En representación de la Casa Real griega estuvieron los príncipes Nicolás y Tatiana quien lució un vestido rojo de Carolina Herrera.
El rey Harald de Noruega asistió con su esposa, la reina Sonia así como los príncipes herederos Haakon y Mette-Marit de quien se dio a conocer recientemente, padece fibrosis pulmonar. Ayer la querida Mette-Marit lució bellísima y con muy buen semblante.
El gran debutante de la noche fue el atractivo Maharajá de Jaipur, Sarai Padmanabh Singh de 19 años que sin duda pasa a la lista de los príncipes azules más atractivos del mundo.
Tampoco faltaron los reyes Alexander y Katherine de Yugoslavia así como Simeón y Margarita de Bulgaria.
Por supuesto la familia Windsor asistió al completo para festejar a su heredero.
Durante la cena, la soberana inglesa pronunció un sentido discurso para el príncipe Carlos al más puro estilo de una “mamá gallina”, donde dejó ver lo orgullosa que está de él. “Es un privilegio para cualquier madre el poder ofrecer un discurso en el 70 cumpleaños de su hijo. Esto significa que has vivido tanto como para ver a tu hijo crecer. Voy a usar una analogía que les gustará, es como plantar un árbol y verlos crecer. Mi madre Isabel también me vio cumplir 70 años e hizo una gran observación: a los 70 es justo cuando dejas de tener la suficiente respiración para soplar las velas del pastel. A lo largo de estos años el príncipe Felipe y yo hemos visto a Carlos convertirse en un campeón de la conservación y las artes. Un respetado y dedicado heredero al trono que estaría a la altura de cualquier otra figura de la historia. Además, es un padre fantástico, maravilloso, y apoyado por su mujer Camila, es un hombre hecho a sí mismo, apasionado y creativo. Todas estas palabras son para desear a mi hijo un feliz cumpleaños. Que en todos los sentidos sea un Duchy Original (marca de alimentos orgánica fundada por Carlos en 1990)», expresó.
Con esta cena de gala dio cierre a los festejos por el cumpleaños 70 de Carlos, sin duda unas semanas ajetreadas pero llenas de cariño de parte de sus súbditos y de su propia familia. El príncipe llega pisando fuerte y respaldado por su pueblo a una etapa crucial en su vida como heredero.