El síndrome del bebé sacudido es un tipo de traumatismo cerebral infligido cuando el infante es sacudido violentamente, explica el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Derrame Cerebral (NINDS, por sus siglas en inglés).
El síndrome ocurre debido a que el cuello de los bebés es débil y la cabeza es grande, por lo que cuando es sacudido, se provoca que el frágil cerebro salte de adelante hacia atrás dentro del cráneo y sufra contusiones, hinchazón, hemorragias de retina, daños en médula espinal y fracturas de diversos huesos.
Las lesiones características del síndrome puede presentarse en bebés menores de dos años, y en algunos casos hasta los cinco años de edad.
Los síntomas que presentan son irritabilidad extrema, letargo, inapetencia, problemas respiratorios, convulsiones, vómito y piel azulosa o pálida.
El tratamiento para el síndrome del bebé sacudido incluye medidas de soporte vital y respiratorio, además se realiza cirugía para detener las hemorragias. Los médicos que atienden este tipo de caso realizan resonancias magnéticas o tomografías computarizadas para tener un diagnóstico definitivo.
La mayoría de los bebés que sufren las sacudidas intensas, explican los especialistas, pueden tener alguna forma de discapacidad neurológica o mental como parálisis cerebral, retraso mental, que se presentarán hasta los seis años.