Dicen que la adrenalina es la ‘droga más fuerte que existe’ y esto debe ser cierto pues miles de personas alrededor del mundo disfrutan de emociones extremas. Desde Bungee Jumping, Parkour y Motocross hasta Alpinismo, Rapel y por supuesto Paracaidismo.
Las sensaciones que experimenta el cuerpo durante dichos deportes son abrumadoras, sin embargo, se liberan tantas endorfinas que después de hacerlo dan ganas de repetirlo una y otra vez.
Pese a que son experiencias increíbles también son sumamente peligrosas, y aunque se tenga todo perfectamente planeado en ocasiones las cosas fallan.
Recientemente se dio a conocer que un alemán de 50 años falleció tras realizar un salto base en Nazaré, Portugal, desde un precipicio de 100 metros.
¿La razón? Su paracaídas no abrió hasta que se estrelló.
De acuerdo con información del Correio de Manha, Dominik Loyen, se encontraba en la orilla del acantilado junto a sus amigos cuando ocurrió la tragedia.
El hecho quedó registrado en una grabación en la que se observa cómo la víctima se arroja al vacío con un compañero, el cual no tuvo inconvenientes.
Durante 50 minutos, los servicios de emergencia intentaron reanimar a Loyen, pero no pudieron hacer nada por salvar su vida.
Esa playa es un destino muy popular entre los aficionados al surf y otros deportes extremos y las autoridades locales indicaron que no había registrado incidentes similares en los últimos tres años.