La atención a mujeres víctimas de violencia en refugios y centros de justicia se incrementó 1,070% entre 2014 y 2018. En dicho periodo, el número acumulado de mujeres apoyadas pasó de 46 mil 837a 548 mil 375, de acuerdo con cifras oficiales de la pasada administración.
En parte, esto se debe al aumento en el número de Centros de Justicia para la Mujer en el país, que en seis años subió de siete a 43, así como al fortalecimiento de la cultura de denuncia.
Sin embargo, otro factor es el crecimiento de los índices de violencia en contra de la mujeres y violencia feminicida, pese a las políticas públicas implementadas por el Estado mexicano, afirmó Jhazibe Valencia, directora del Centro de Justicia para las Mujeres de Oaxaca.
“Los números crecieron muchísimo, pero también la cultura de la denuncia. Antes de los centros de justicia, las pocas mujeres que se atrevían a denunciar lo hacían muertas de miedo”, explicó en entrevista con Excélsior.
Actualmente, en el país existen 43 Centros de Justicia para las Mujeres en 27 estados del país, como parte de las acciones para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres, según cifras del Sexto Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto.
En dichas instancias se brindan servicios integrales de atención sicosocial, jurídica, médica, talleres de empoderamiento, capacitación para el trabajo y canalización a refugios.
“Los centros de justicia contamos con albergues de tránsito de hasta por 72 horas, esto como medida de protección a quienes se encuentren en el inminente riesgo de perder la vida o la integridad física, y podemos canalizar a las mujeres a cualquiera de los refugios que forman parte de la red nacional o a alguno de las organizaciones de la sociedad civil o de los municipios”, explicó Jhazibe Valencia.
Señaló que al retirar recursos federales a las organizaciones civiles que manejan los refugios, y si estos desaparecen en consecuencia, no tendrán a dónde enviar a las mujeres violentadas.
Nos afecta y nos pega directamente, porque es una preocupación espantosa saber que a la señora la vas a dejar en la indefensión… No podemos dejar de lado el expertise de las organizaciones”, subrayó.
“Agregó que el empoderamiento de las mujeres víctimas de violencia vas más allá de entregarles una suma de dinero directamente. “No es un tema nada más de economía. Te doy tu dinero, ¿y ahora qué? ¿Te compras tu boleto a Alaska? Si se trata de darte dinero y de ponerte a salvo, ¿a dónde te vas a ir?”, concluyó.