En una trabajada y tardía victoria tan buscada para el movimiento por los derechos de los homosexuales, la Corte Suprema de los Estados Unidos de América dictaminó el viernes que la Constitución garantiza el derecho a nivel nacional del matrimonio entre personas del mismo sexo.
La decisión es la culminación de décadas de activismo y lucha por los derechos de las personas que aman a otra persona de su mismo sexo. Una lucha que ha transformado el muro de la opinión estadounidense y que llega tras una clara victoria en las encuestas de opinión pública a favor de la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo.
“Today is a big step in our march toward equality. Gay and lesbian couples now have the right to marry, just like anyone else. #LoveWins
— President Obama (@POTUS) June 26, 2015
«Hoy es un gran paso en nuestra marcha hacia la igualdad . Gay y parejas lesbianas tienen ahora el derecho al matrimonio , al igual que cualquier otra persona. #elamorgana
El fallo a favor de la medida ha sido de cinco magistrados a favor y cuatro en contra. El movimiento por los derechos del matrimonio homosexual era imparable, pero el Supremo ha decidido acelerarlo. No es la primera vez que una decisión de estos nueve magistrados transforma el país.
Los jueces se pronunciaron este viernes a colación varios casos planteados parejas homosexuales en la Corte. Obligando a los magistrados a dictaminar si los estados pueden prohibir el matrimonio igualitario y si están obligados a admitir como legitimas las uniones de aquellas parejas que hubieran contraído matrimonio fuera de sus fronteras.
España fue uno de los primeros países, tras Holanda y Bélgica, en legalizar la unión matrimonial entre personas del mismo sexo. Ya son 21 los países que reconocen en su totalidad esta unión con los mismos derechos que las uniones heterosexuales.
En Ciudad de México el matrimonio igualitario fue legalizado dentro de su jurisdicción en el año 2009. Esta decisión fue impugnada en los tribunales, pero la ley fue confirmada por la Corte Suprema al dictaminar en 2010 que los matrimonios homosexuales llevados a cabo en la Ciudad de México eran válidos y deberían ser aceptados en todo el país. En 2011 se legalizaron en Quintana Roo y, en 2014, en Coahuila.