La tenista Serena Williams quedó a un paso de lograr su vigésimo título de individuales en un Grand Slam, tras superar los problemas físicos para vencer por 4-6, 6-3 y 6-0 a la suiza Timea Bacsinszky en las semifinales de Roland Garros.

La número uno del mundo, que se vio mal durante todo el partido, llegó a estar un set y un quiebre abajo ante una Bacsinszky que parecía encaminarse a la final con poderosos tiros ganadores de revés.

Pero la estadunidense, que ganó Roland Garros en 2002 y 2013, se recuperó con un quiebre y comenzó a derrumbar las aspiraciones de Bacsinszky, preclasificada número 23 del torneo, que perdió posteriormente 10 juegos consecutivos.

Williams, que cerró el partido tras un revés largo de Bacsinszky, se enfrentará el sábado a Lucie Safarova, preclasificada número 13, quien más temprano se convirtió en la primera tenista checa en 34 años en llegar a la final del Abierto de Francia.

Tras una sensacional remontada en el primer set, Safarova derrotó a la serbia Ana Ivanovic por 7-5 y 7-5, sorprendiendo a Ivanovic con un juego sólido desde el fondo de la cancha.

Ayudada por su fuerte golpe de derecha, Safarova llegó a ganar 20 de los últimos 26 puntos en el primer set.

Ivanovic, exnúmero uno del mundo y ganadora del torneo en 2008, cedió el primer set tras una devolución de servicio errada y sufrió un quiebre en el undécimo juego del segundo parcial que le permitió a Safarova quedar a las puertas de la final.

Safarova ahora buscará ganar el primer Grand Slam de su carrera y convertirse de paso en la primera checa en levantar el trofeo Suzanne Lenglen desde que lo hiciera Hana Mandlikova en 1981.