Tokio 2020 mintió sobre el tiempo y los deportistas lo están pagando

La línea de meta de la prueba de triatlón masculino parecía la escena de un campo de batalla con cuerpos tirados en el suelo y los entrenadores acudiendo en ayuda de los atletas asfixiados por el calor. Algunos tuvieron incluso que ser retirados a hombros.

Y eso pese a que la organización adelantó la hora de inicio de la prueba a las 6:30 de la mañana en un esfuerzo por evitar el calor que, como se está viendo en estos Juegos de Tokio, está causando estragos. Al comienzo de la prueba la temperatura era de 29 grados con una humedad relativa del 67,1%.

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No, los japoneses no tienen que disculparse por el clima de Tokio: ni por el sol abrasador, ni por las altas temperaturas ni por la humedad. Nadie puede controlar a la madre naturaleza.

Sin embargo, viendo cómo los atletas se marchitan en estas condiciones, sí deberían ofrecer unas disculpas por mentir al respecto.

“Con muchos días de clima templado y soleado, esta época del año proporciona un clima ideal para que los atletas rindan al máximo”. Esta cita corresponde a la propuesta oficial de Japón para albergar los Juegos Olímpicos de verano de 2020.

¿Templado? ¿Ideal? ¿En el mes de Tokio en julio?

“No he estado disfrutando en absoluto”, dijo la tenista rusa Anastasia Pavlyuchenkova después de competir el sábado en unas condiciones que provocaron desmayos entre deportistas, voluntarios y jueces.

Las temperaturas diurnas han superado de media los 32 grados, con el punto de rocío (la temperatura a la que empieza a condensarse el agua) por encima de 21, una combinación que asegura índices de calor muy elevados. Tokio es, por tanto, una ubicación tropical. Deportes como el tenis, el voley playa, el ciclismo y otros se disputan en espacios abiertos y sus competidores están muy expuestos.

“Jugar en condiciones de calor y humedad extremos es un gran desafío”, dijo la estrella del tenis mundial Novak Djokovic. “Es algo que sabíamos al llegar a Tokio. Lo habíamos escuchado y ya esperábamos que las condiciones fueran muy difíciles, pero no sabes lo complicado que es hasta que no vienes aquí y lo experimentas”.

Son los mejores deportistas del mundo. Cuando dicen que son condiciones muy difíciles, es que son realmente muy difíciles. Entonces, ¿por qué los japoneses afirmaron lo contrario? ¿Y por qué el Comité Olímpico Internacional, al otorgarle los Juegos sin hablar de las condiciones, permitió que mintieran?

“Las condiciones meteorológicas durante el período propuesto para los Juegos serán razonables”, afirmaba la candidatura de Japón.

Todos los atletas tienen que lidiar con esta situación, por lo que no sería correcto decir que es injusto. Sin embargo, cuando has estado entrenando toda tu vida para competir en los Juegos Olímpicos, probablemente esperabas encontrarte una situación que permitiera mejorar tu rendimiento, no castigarlo.

Los japoneses sabían que estaban mintiendo. Ellos viven aquí. Ni un solo habitante de Tokio describiría el verano en la ciudad como “suave” o “ideal”. En 2014, poco después de que le otorgaran los Juegos, una columna del ‘Japan Times’ se preguntaba cómo diablos iba a funcionar esto.

“He estado en Manila, Bangkok, Yakarta, Phnom Penh y Singapur a mediados de verano y, según mi experiencia, Tokio tiene el peor verano”, escribió el autor Robert Whiting. “Los únicos lugares imaginables en los que sería peor organizar los Juegos serían, por ejemplo, el Valle de la Muerte de California o el Cuerno de África”.

¿Valle de la Muerte 2036? No le demos ideas al COI.

Tokio es, dependiendo del criterio que se utilice, la ciudad más grande del mundo, con una población metropolitana de más de 34 millones. Es moderna, agradable, hermosa y limpia. Es un lugar increíble. Excepto en esta época del año.

Y ellos lo sabían, pero afirmaron lo contrario e incluso presumieron de que proporcionarían un lugar “en el que los atletas puedan rendir al máximo”.

La última vez que Tokio organizó los Juegos de verano fue en 1964. Se celebraron en octubre para evitar estas condiciones, lo cual tenía bastante sentido.

Por si fuera poco, Japón es ahora 3 grados cálida que entonces, según las cifras del gobierno, y la media de cantidad de días al año que se superan los 35 grados ha pasado de uno a 12. Tanto en 2018 como en 2020 se superaron los 41 grados con sendas olas de calor que causaron cientos de muertos.

La buena noticia hasta ahora es que la situación no ha ido a peor.

“Será muy difícil que las cosas sigan igual”, dice Carl Parker, un especialista en tormentas del Weather Channel. “A estos niveles, los atletas están realmente actuando con energía y comienzan a sudar. El cuerpo usa la evaporación para refrescarse, pero eso no es tan efectivo y se acaba transpirando aún más”.

Los Juegos de verano se celebran entre mediados de julio y finales de agosto porque en estos meses se consiguen índices de audiencia de televisión mucho más altos en gran parte del mundo. Esto se produce especialmente Estados Unidos, donde la NBC no tiene que competir con la NFL, el fútbol americano universitario o el inicio de la temporada.

Como el dinero siempre acaba convenciendo al COI, aquí estamos. La preocupación por los atletas podría haber importado en 1964. Eso era entonces. Ahora hablamos de miles de millones.

Así que Japón hizo una oferta con una visión ridícula de idílicos días de verano, como si fuera una suave brisa del norte de Wisconsin. Y el COI simplemente fingió no darse cuenta y asintió con la cabeza.

“¿Cuál debe ser la sanción, si la hubiera, por la publicidad engañosa?”, se preguntaba el ‘Japan Times’ hace casi una década.

Sea la que sea, parece que la pagarán los atletas.

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