Visor Nayarita
Así lo testifican las ideas de los superdelegados con quienes aumentará la presencia del ejecutivo en las entidades y quienes con el enorme poder por el uso de recursos, harán una campaña cómoda y anticipada para convertirse en los próximos gobernantes locales; de la desaparición de tajo la Reforma Educativa porque sería regresarle el poder de la educación a los sindicatos; de la reducción del presupuesto a las dos cámaras que representaría el debilitamiento de poder a quienes su encargo es auditar y cogobernar, y sin un poder legislativo fuerte no habrá contrapeso; del querer disminuir el presupuesto a los partidos políticos que representaría afectar la competencia democrática, por ello se habla de que los anteriores señalamientos no significan una transformación efectiva sino más bien, una regresión a los años ochentas.
A las opiniones anteriores se suma la idea de que se visitará casa por casa a las familias mexicanas a quienes se les preguntará sobre sus necesidades, con lo que será el partido en el poder quien arrebatará a los partidos políticos supervivientes, una de sus principales banderas políticas consistente en la gestoría y representación de las causas sociales, acelerando con ello la desaparición de algunos de ellos. Esto es otra de las consecuencias de las transformaciones o represiones de López Obrador.
Ahora bien, a lo anterior habrá que ver si se trata de una transformación simulada o una regresión efectiva, habría que añadirle otras temas cuyo cumplimiento están por resolverse, tales como la tan publicitada amnistía, la firma del ahora llamado Acuerdo Comercial Estados Unidos-México y la postura de que el Ejército y la Marina siga en las calles, asuntos donde el presidente electo tiene por ahora diferente visión de las que proclamó en su campaña.
Por ahora ya surgen los primeros escollos de la Cuarta Transformación, consistente en la aplicación o no de la amnistía, en la inauguración de los Foros para la Pacificación del país, familiares de los desaparecidos demandaron justicia al próximo presidente mexicano. ¡Olvido No, Perdón Si!, eso pide el próximo presidente a las víctimas de la violencia, pero su exhorto se encontró con la inconformidad de activistas y familiares de víctimas de la violencia que durante 12 años desde que el expresidente Calderón le declaró la guerra al narcotráfico en 2007, han multiplicado en sus voces una sola consigna: ¡Ni perdón Ni Olvido!. La deuda acumulada con las víctimas de la violencia es enorme y los discursos y promesas del próximo gobierno hasta ahora parecen insuficientes para saldar la cuenta. Hay desconcierto y reserva sobre el tema. Primero Justicia y ya veremos si se puede con la Ley de Amnistía.
En el caso del ahora extinto TLCAN, expertos en el tema opinan que México cedió en casi todo lo que quería Estados Unidos; se comenta que Trump humilló a Canadá y que convirtió a México en su cómplice, sin duda que a México le conviene un tratado trilateral, pero para avanzar se optó por un acuerdo bilateral que todavía genera incertidumbre, Por su parte, el futuro canciller mexicano, Marcelo Ebrard, señala que éste es un “avance positivo” pues “por una parte, reduce la incertidumbre sobre la economía, y por la otra recoge las principales preocupaciones planteadas por el equipo del presidente electo”. Se habla de que el TLCAN era imprescindible—y de que su cancelación pondría en jaque a toda la economía mexicana, por lo que fue preciso ceder ante todo lo que es importante para nuestros vecinos, aunque fuera en contra de nuestros propios intereses, sin embargo se trataba de dar resultados para las dos partes, dado que Trump enfrentará elecciones intermedias, Enrique Peña tenía que plasmar su firma, en su sexto informe y a López Obrador le convenía que el equipo de Peña, el más conocedor del tema lo negociará y no tener enfrentamientos tempranos con Trump, aunque todo parece representar una pérdida general en materia de competitividad para el sector industrial mexicano.
Por otro lado, el retiro del Ejército de las calles hasta 2024, anunciado por quien será el encargado de la seguridad del país, Alfonso Durazo, constituye una señal de que en esta materia todo seguirá igual como hasta ahora, lo que constituye un compromiso de campaña que como otros tendrá que esperar, por lo pronto según sus palabras en los primeros tres años del próximo gobierno, se observará una “baja significativa” en la cantidad de tropas de las Fuerzas Armadas que se encuentran en las calles en labores de seguridad pública.
Grandes temas quedan en el tintero, por lo pronto aducen los analistas y politólogos que todavía no se avizora con claridad si la denominada Cuarta Transformación beneficiará a los mexicanos, existen dudas e incertidumbre en lo hasta ahora planteado por quienes llevarán las riendas del gobierno, de aquí la duda ¿transformación o regresión?, esto lo estaremos vislumbrando a partir del primero de diciembre. Al Tiempo.
Esperemos y comentaremos…frago2009@hotmail.com.