El portavoz del ex presidente de Estados Unidos rechazó la acusación y aseguró que los funcionarios no intervenían en las pesquisas
El presidente estadunidense, Donald Trump, acusó al ex mandatario Barack Obama de intervenir sus teléfono en octubre, en las últimas etapas de la campaña por la Casa Blanca, pero no entregó evidencias.
“Cuán bajo ha caído el presidente Obama para intervenir mis teléfonos durante el muy sagrado proceso electoral. ¡Esto es Nixon/Watergate. Mal tipo (o enfermo)!”, escribió Trump en su cuenta de Twitter.
Trump aseguró que la presunta intervención se realizó en octubre en la Torre Trump, en Nueva York, pero que “no habían encontrado nada”.
En tanto, Kevin Lewis, portavoz de Obama, rechazó en un comunicado las acusaciones de Trump al respecto.
“Ni el presidente Obama ni ningún funcionario de la Casa Blanca ordenaron vigilar a ningún ciudadano estadunidense. Insinuaciones que afirmen lo contrario son simplemente falsas”, detalló el portavoz de Obama.
Lewis dijo además que una “regla básica de la administración Obama era que ningún funcionario de la Casa Blanca interfiriera jamás con alguna pesquisa independiente encabezada por el Departamento de Justicia”.
No obstante, el comunicado sí establece la posibilidad de que funcionarios del Departamento de Justicia hubieran ordenado intervenir las comunicaciones de la campaña de Trump.
En ese sentido, dos fuentes con enlaces con la comunidad de contra inteligencia confirmaron al sitio de noticias Heat Street que la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) buscó, y se le concedió, una orden judicial de la Ley de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera de 1978 (FISA, por sus siglas en inglés) en octubre, otorgando permiso a la contrainteligencia para examinar las actividades de estadunidenses “en la campaña de Donald Trump con vínculos con Rusia”.
El diario británico ‘The Guardian’ reportó en enero que el FBI solicitó una orden a FISA el año pasado con el fin de vigilar a cuatro miembros del equipo de Trump sospechosos de contactos irregulares con funcionarios rusos.
El tribunal de la FISA rechazó la solicitud pidiendo a los investigadores del FBI que limitaran su enfoque.
El gobierno de Trump se ha visto presionado por el FBI y por investigaciones en el Congreso sobre los contactos entre algunos miembros de su equipo de campaña y funcionarios rusos durante su campaña.