El presidente de Estados Unidos cedió el tercer trimestre de su salario de este año al Departamento de Salud; es el tercero que traspasa
Donald Trump donó el tercer trimestre de su sueldo de este año al Departamento de Salud de Estados Unidos.
Lo hizo con el objetivo de combatir la crisis de adicción a los opiáceos, que causa 175 muertes al día en el país, según lo informado este jueves por la Casa Blanca.
El secretario interino del Departamento de Salud, Eric Hargan, anunció durante una conferencia de prensa que el presidente de Estados Unidos le entregó un cheque con el sueldo que debía recibir durante su tercer trimestre en el poder para que lo invierta en la respuesta federal a esa crisis de salud pública.
El mandatario ya donó su sueldo del primer trimestre, 78 mil 333 dólares, al Servicio Nacional de Parques de Estados Unidos y el del segundo, 100 mil dólares, al Departamento de Educación.
Durante la campaña electoral, Trump prometió que, de ganar los comicios, o donaría su sueldo o se lo devolvería al Departamento del Tesoro.
“Si salgo elegido presidente, no aceptaré el sueldo, ¿de acuerdo? Eso no es un problema para mí”, dijo durante un mitin de campaña el magnate inmobiliario y entonces candidato republicano.
Posteriormente, durante una entrevista con el programa 60 Minutos de la cadena CBS, matizó que aceptaría recibir 1 dólar al año, porque la ley le obliga a percibir un salario como presidente.
Esta vez, la Casa Blanca no especificó a cuánto asciende la donación de este trimestre, pero Hargan aseguró que irá dirigida a apoyar la estrategia federal contra la crisis, que consiste en mejorar los datos y la investigación sobre la epidemia, y la mejora de la prevención, el tratamiento y la recuperación de los adictos.
“La decisión (de Trump) de donar su salario es un tributo a su compasión, su patriotismo y un sentido de deber para con el pueblo estadounidense”, sostuvo el funcionario.
Según datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés), 64 mil personas murieron el año pasado por sobredosis de opiáceos, incluida la heroína, en Estados Unidos, lo que supone el fallecimiento de 175 personas al día y siete víctimas mortales cada hora.
En los últimos seis años, las muertes por sobredosis se volvieron la causa más común de muerte violenta en el territorio estadunidense, por encima de los accidentes de tráfico o las armas, y la venta de analgésicos con receta se ha casi cuadruplicado desde 1999.
En octubre, Trump declaró emergencia de salud pública el abuso de analgésicos opiáceos, lo que permite destinar fondos ya existentes a nivel estatal y federal a la lucha contra la adicción.
Sin embargo, el presidente no destinó nuevos fondos a este problema, como había prometido anteriormente, lo que provocó críticas de la oposición demócrata, que consideró su acción como un gesto vacío.